La vida sentimental para un hincha del Córdoba CF suele orbitar entre tres escenarios bien diferenciados y que, a buen seguro, se han repetido en numerosas ocasiones a lo largo de los años. El primero de ellos pasa por un amor incondicional hacia un escudo y el sentimiento inequívoco de pertenencia al blanco y el verde. Más tarde, cuando los palos se suceden, se produce una ruptura traumática donde uno no quiere volver a saber nada del fútbol y reniega, incluso, de cualquier guiño cariñoso que pudiera acontecer. Sin embargo, al final llega la ansiada reconciliación, esa que te otorga una nueva esperanza desde el lugar más recóndito de tu alma -y de tu propio raciocinio-.

El Córdoba CF, dentro de la irregularidad a la que tiene acostumbrados a sus aficionados, ofreció este pasado fin de semana un guion de los que te llevan a contar hasta diez antes de hablar. Además, da la casualidad de que lo más traumático se gestó en una fecha tan señalada como el día de los Enamorados -festividad impostada e importada, pero real-, que destrozó más de un corazón y una calculadora de tanto hacer cuentas. El primer equipo masculino en Segunda B, el filial en Tercera y la escuadra femenina en la Liga Reto Iberdrola consumaron tres dolorosas derrotas que les alejan de sus opciones de ascenso, un varapalo considerable que provoca una punzada a todo el que siente lo más mínimo por la escuadra de su tierra.

Las féminas caen en el día clave

Las jugadoras de Ariel Alfredo Montenegro fueron las que inauguraron, en la tarde sabatina, el amargo fin de semana ante el Málaga CF. El triunfo era el único camino a transitar para no tener que plantarse en las Islas Canarias con la soga al cuello. Aunque en un principio se plasmó sobre el terreno de juego una actitud propia de quien se juega algo importante, lo cierto es que el Málaga CF sacó tajada del bajo estado anímico de las blanquiverdes para asestar un golpe casi letal. El 1-3 con el que concluyó la contienda en Miralbaida, unido a la victoria de la UD Granadilla Tenerife B en Pozoblanco (0-1), obligarán al Córdoba CF a mejorar su imagen y buscar tres puntos de oro que les concedan el billete para la siguiente fase de ascenso.

Desolación de Sofía Schell tras la derrota ante el Málaga del Córdoba Femenino. | MANUEL MURILLO

El primer equipo no da el tono

El siguiente en hincar la rodilla fue el , justo en el peor momento posible y ante un contrincante, el Sevilla Atlético, que supo mantener la caplantel de Pablo Alfaropacidad competitiva al máximo para neutralizar los tímidos chispazos de los visitantes. La sangre la dispuso Federico Piovaccari, como también el sudor y el esfuerzo ante el filial hispalense (1-0). Sin embargo, faltaron las lágrimas -metafóricamente hablando-, esa imagen que transmitiera al hincha que realmente duele el tropiezo, que se pelea hasta las últimas consecuencias por revertir un horizonte cada vez más grisáceo y donde la tormenta definitiva puede acabar con el sueño del ascenso a Segunda División. De no ser conscientes de ese sufrimiento, la grada permanecerá vacía, ya no solo por la pandemia, sino por la falta de confianza -como aquel que ha sido engañado-.

El filial, orgullo sin premio

También el domingo cayó el filial en la Ciudad Deportiva frente al CD San Roque de Lepe (1-2). Eso sí, ni un solo “pero” se le debe asignar a un vestuario que había atesorado con anterioridad cuatro victorias y dos empates. De hecho, en el año 2021 todavía no conocían el amargo sabor de la derrota y se contabilizó con un aspirante al ascenso. Los de Germán Crespo sí lo dieron todo, agarraron sus ganas de alzar el vuelo en pos de complicar la vida a los leperos. Pese a ello, la joven plantilla bajó de las tres primeras posiciones y aguarda su oportunidad para demostrar que un paso atrás pueden ser dos hacia adelante.

Los jugadores del San Roque celebran un gol ante el Córdoba CF B. | MANUEL MURILLO

Casi un año desde un escenario igual

Para obtener un registro tan negativo de los tres equipos cordobesistas en un mismo fin de semana hay que remontarse hasta el 1 de marzo de 2020. Ese domingo, a pocos días de paralizarse las competiciones por el avance de la pandemia, el Córdoba CF perdió en El Arcángel ante el Algeciras CF por 0-1. El filial, en la Ciudad Deportiva, no pudo frente al Sevilla FC C y también cayó por la mínima (0-1). Las pupilas de Manu Agudo -por aquel entonces- iniciaron el fatídico mes con derrota a domicilio contra el Fundación Albacete (1-0).

Está en ellos y ellas reconquistar a una afición hundida, la que en las malas no entiende cómo se puede vivir con tanta desdicha y que en las buenas provoca que el corazón lata a mil por hora. Esto es el amor visto desde el prisma del cordobesista.