Lejos de su habitual afabilidad entre discursos con más tópicos que contenido, el regreso de Zidane a una previa (antes de visitar al Huesca) después de haber estado enfermo de coronavirus, ha deparado a un francés agrio, irritado con el trato que su equipo recibe de los medios de comunicación: "Se habla de muchas cosas, cambios de entrenador. Nosotros vamos a luchar hasta el final de la temporada. Si la gente lo que quiere es que yo lo deje, eso no lo voy a hacer", empezó diciendo antes de subir el tono.

"Esta plantilla ganó La Liga el año pasado y estos jugadores se merecen pelear por La Liga de este año, merecen respeto. Tenéis que decirlo aquí a la cara, que me queréis cambiar, no por detrás. Nosotros también intentamos hacer nuestro trabajo y merecemos respeto", insistió en varias respuestas. "Llevo dos semanas encerrado, como en un jaula, y tengo ganas de demostrar que estoy con ganas de pelear", confesó en la última respuesta en francés.

Cambios para el futuro

Consciente de que la situación de su equipo no es boyante, entre su arrebato reivindicativo se le colaron a Zidane confesiones que, en frío, nunca hubiera hecho: "Es verdad que el próximo año hay que cambiar cosas", dijo, antes de volver a insistir en reclamar para su equipo un derecho que solo se puede ganar en el campo: "Dejadnos pelear, a los que ganaron la Liga el año pasado. No hace diez años, el año pasado. Solo un pequeño respeto a todo esto", dijo.