No tuvo suerte El Arcángel y se quedó sin ver el tercer vuelo rasante de Leo Messi sobre su césped. Más lo lamentó, desde luego, Ronald Koeman, que comprobó que a su equipo le costó arrancar en el duelo ante los donostiarras. Tras unos primeros minutos equilibrados, sin mucho que reseñar fue la Real Sociedad quien tomó el mando del duelo. Merino, Guridi y Guevara conseguían cerrar los pasillos interiores y, por ahí, el Barcelona se topó con un cenagal. No había forma de penetrar al adversario por su columna vertebral, salvo en un detalle de calidad de Pedri, que conectó con Griezmann, aunque la defensa donostiarra estuvo solvente ante el francés.

Sin embargo, fueron los de Alguacil los que aprovecharon mejor el primer tercio de encuentro. Portu culminaba con ujn disparo cruzado una buena subida de Gorosabel, que se llevó el balón a trompicones, por lo que Jordi Alba reclamó falta y Munuera debió advertirle. La Real tenía continuidad y tras un saque de esquina que no encontró rematador, sumó una subida de Monreal con apoyo en Oyarzábal, cuyo centro fue cabeceado por Ysak, aunque demasiado alto.

El equipo de Alguacil tenia en ese momento las ideas más claras que su rival a la hora de buscar portería, aunque ya apuntaba a uno de los elementos que empezarían a influir en el cambio de signo del encuentro. Dembelé comenzó a poner en aprietos a Monreal en el minuto 17 con una arrancada que, si bien no terminó en una ocasión clara, sí dejó sobre el terreno de juego de El Arcángel que por ahí la Real iba a tener problemas. Es curioso lo del extremo francés. Muchos de sus errores llegan en el control, en la recepción del balón, como si ya estuviera pensando en la arrancada, en el regate o incluso en la finalización de la jugada cuando aún no tiene la pelota bajo su dominio.. Pero cuando piensa en el primer paso antes que en el segundo, por desgracia para Monreal, es un extremo imparable.

Pero aún estaba el duelo en la fase de control por parte de la Real y Oyarzábal (min. 17) aprovechaba una pérdida de Busquets para recorrer 40 metros con el balón y pasar a Ysak quien, solo ante Ter Stegen, perdió el duelo ante el portero azulgrana. Era la ocasión más clara del encuentro hasta ese momento y, a partir de ahí, paulatinamente, el Barça se iría haciendo con el dominio. Lenglet probaba desde la frontal con un disparo cruzado y la Real se veía obligada a ceder varios metros. Con Braithwaite descolgándose, Pedri adelantando unos pasos su posición y Dembelé cortando no en pocas ocasiones hacia dentro, los vascos se vieron obligados a acorazarse algo más cercanos a Remiro. Dembelé pasaba a Braithwaite en el minuto 27 y su disparo era atajado por el portero txuri-urdin. Rozando la media hora y después de más de 30 pases, el Barcelona sumaba su primera gran ocasión, con un centro de Mingueza al área pequeña que era rematado, alto, por Braithwaite.

Era la prueba definitiva de que el duelo había cambiado de signo. Dos internadas de Dembelé dejaban a Monreal sufriendo de nuevo y el intento de Ysak de medir su velocidad con Araujo quedó en derrota (min. 33). Tras un nuevo disparo del extremo francés, muy desviado, llegó el gol azulgrana. Un pase de Braithwait desde la frontal al interior del área facilitó a Griezmann un centro que cabeceó De Jong casi sin problemas. Pausadamente, poco a poco, el conjunto azulgrana fue desequilibrando la balanza hasta encontrar el gol que también modificaba el marcador inicial.

Un disparo de Isak que repelió Ter Stegen y una buena jugada de Monreal con un buen centro que no encontró rematador pusieron el colofón al primer tiempo.

Una jugada embarullada en el área del partido entre Barcelona y Real Sociedad. | RFEF

El segundo actó se inició calentito. Apenas se llevaban jugados cuatro minutos cuando un contragolpe llevado por la izquierda por Oyarzábal finalizó en penalti a favor de la Real al cortar con el brazo De Jong el centro del vasco. El propio Oyarzábal transformaba la pena máxima y el equilibrio retornaba al marcador. Pero el Barcelona reaccionó rápidamente. Un gran pase de Griezmann por alto y a la espalda de la defensa donostiarra conectaba con De Jong, que se plantaba en el área rival, recortaba a Gorosabel y cuando lo tenía todo a favor cometió falta sobre Le Normand. Cinco minutos después era el propio Griezmann quien se sacaba de la manga una gran volea que se marchó rozando el larguero de la portería de Remiro. Y dos minutos después, en el 61, fue Pedri al que le sobró medio segundo para llegar a un balón que hubiera supuesto el 2-1. De hecho, incluso Dembelé buscó el gol con un disparo raso desde la frontal que se marchó ajustado al palo. El arreón lo tuvo el conjunto azulgrana, aunque quizá le faltó esa marcha adicional, esa que hoy por hoy solo se la puede aportar Leo Messi.

Así, el encuentro se abocaba a la prórroga, aunque Koeman intentó reactivar algo a los suyos con la entrada de Trincao. La Real probó en los últimos minutos, aunque apareció por terreno azulgrana con más corazón que cabeza. Las piernas empezaban a pesar, por lo que irremisiblemente el encuentro se marchaba a la prórroga.

El tiempo extra se inició con cambios por parte de ambos equpos y, sobre todo, con una barbaridad protagonizada por Ter Stegen, en forma de mano prodigiosa y salvadora tras un tremendo disparo de Zaldúa que iba justo a la escuadra de la portería azulgrana. El alemán voló para dejar una de las imágenes del encuentro.

La prórroga fue de alternativas. En la primera parte, los de Alguacil tenían más el balón y se acercaban con intención por el área azulgrana y el Barça volvía a transmitir las mismas sensaciones que en el primer tercio de la semifinal, aunque Dembelé le mantuvo vivo en ataque con sendos contragolpes, sin resultado.

Sin embargo, en la segunda parte, eran los de Koeman los que tocaban en campo donostiarra, con una clara ocasión para Griezmann (min. 111), respondida con un contragolpe a cargo de Januzaj que no supo resolver Oyarzábal con todo a favor para anotar (min. 113).

Januzaj se convirtió en un problemón para el Barça y en el 115 se iba de Lenglet y corría 50 metros con el balón en el pie para culminar con un disparo cruzado que tocó con los dedos Ter Stegen a córner. El Barcelona estaba tocado y la Real parecía más cerca del gol. Pero quedaban solo cinco minutos. Los donostiarras merecieron el pase con el lanzamiento de golpe franco de Januzaj que se topó con el poste de Ter Stegen (min. 117), pero El Arcángel asistiría a la tanda de penaltis para dirimir el finalista, un FC Barcelona al que clasificó Riqui Puig tras una serie de penas máximas tan igualada como el encuentro.

Ficha técnica:

1 -Real Sociedad: Remiro, Gorosabel, Zubeldia, Le Normand, Monreal, Guridi, Merino, Guevara, Oyarzábal, Portu, Isak.

Entrenador: Imanol Alguacil.

Cambios: Barrenetxea por Guridi (81’), Zaldúa por Gorosabel (92’), Willian José por Isak (92’), Januzaj por Portu (103’), Zubimendi por Guevara (105’), Bautista por Zaldúa (120’).

1 -FC Barcelona: Ter Stegen, Mingueza, Araujo, Lenglet, Jordi Alba, Busquets, De Jong, Pedri, Dembelé, Griezmann, Braithwaite.

Entrenador: Ronald Koeman.

Cambios: Trincao por Braithwaite (78’), Riqui Puig por Busquets (90’), Pjanic por Pedri (91’), Junior por Mingueza (113’) .

Árbitro: Munuera Montero (C. Andaluz).

Tarjetas: Dembelé (54’), Le Normand (58’), Mingueza (97’).

Goles: 0-1 (39’) De Jong. 1-1 (51’) Oyarzábal, de penalti.

Campo: El Arcángel. Semifinal de la Supercopa de España 20-21. Encuentro a puerta cerrada.

Tanda de penaltis

Bautista: 0-0 (para Ter Stegen).

De Jong: 0-0 (al poste).

Oyarzábal: 0-0 (para Ter Stegen).

Dembelé: 0-1.

Wilian José: 0-1 (al poste)

Pjanic: 0-2.

Merino: 1-2.

Griezmann: 1-2. (alto)

Januzaj: 2-2.

Riqui Puig: 2-3.