El Tottenham de José Mourinho se inclinó este domingo por 0-2 en su estadio contra un Leicester que le adelantó en la clasificación, cerrando así una semana negra en la que solo ha sumado un punto en tres partidos.

Después de más de 40 minutos sin goles, los 'Foxes' se marcharon al descanso con ventaja gracias a un tanto de su artillero estrella, Jamie Vardy (45+4), de penal. El gol psicológico afectó a los 'Spurs', que pronto se vieron más alejados en el marcador con la diana en propia meta de Toby Alderweireld (59).

Esta derrota del Tottenham cierra su particular semana desastrosa. Líder en solitario antes de su partido del pasado domingo, el equipo del norte de Londres empató 1-1 contra el Crystal Palace (13) aquel día, perdió el miércoles frente al Liverpool (1) por 2-1 y se hundió este domingo ante el Leicester.

Por culpa de esta mala racha, la formación de Mourinho es ahora quinto en la clasificación con 25 puntos, a seis del Liverpool. El Leicester, por su parte, se coloca segundo con 27 puntos, a cuatro de los 'reds'.

11 goles para Vardy

Frente a un Leicester que se le parece un poco en su querencia por los contragolpes, el Tottenham fue incapaz de imponer su juego este domingo y generar peligro.

La pareja formada por Harry Kane y Son Heung-min, habitual terror de las defensas inglesas, se vio completamente maniatada por los centrales Jonny Evans y Wesley Fofana.

El primer gol de los visitantes llegó por un penalti ridículo cometido por Serge Aurier. El marfileño empujó por la espalda a Fofana dentro de su área cuando el defensor de los 'Foxes' estaba en una zona poco peligrosa, concretamente en la esquina del área y de espaldas a la portería defendida por el arquero francés Hugo Lloris.

Vardy, que pocas veces decepciona, no falló el lanzamiento y consiguió su 11 tanto de la temporada, lo que le permite empatar en conversiones a Son y a Dominic Calvert-Lewin, los tres por detrás de Mohamed Salah, que comanda la tabla de goleadores con 13 dianas.

El segundo gol se produjo tras un desvío desafortunado de Alderweireld luego de un cabezazo de Vardy, quien había ganado en el salto al defensa belga y a Moussa Sissoko, ambos jugadores más altos que el artillero inglés.

Al descanso entró en el terreno de juego Gareth Bale, pero su actuación resultó intrascendente.