Hay fechas que quedan marcadas en el calendario por su trascendencia. El 5 de diciembre del 2019, hace justo un año, 5 de diciembre del 2019, hace justo un año,fue una de ellas. Al menos, en lo que al Córdoba CF Córdoba CFafecta. Hoy se cumple el primer aniversario de la compra de la unidad productiva de la entidad blanquiverde por parte del grupo bareiní Infinity, que desembarcaba de este modo en el fútbol español y evitaba la más que probable desaparición del club califal, acuciado por las deudas, incapaz de pagar las nóminas de sus futbolistas y en medio de una gran batalla judicial por su control. Javier González Calvo lideraba un proyecto presidido desde Oriente Medio por Abdulla Al-Zain y Mohammed Al-Nusuf, presidente y vicepresidente, y acompañado por los consejeros Adrián Fernández Romero, Jesús Coca, Miguel Gómez Huertas y Antonio Palacios Herruzo

El movimiento realizado por los administradores judiciales -Francisco Estepa y Javier Bernabéu- fue insólito. De hecho, cogió desprevenidos a los actores principales de esa batalla legal por el control de la SAD. Carlos González y Jesús León pleiteaban por el control del club. Sus denuncias cruzadas acabaron con la intervención judicial de la sociedad y con la alternativa elegida por Estepa y Bernabéu.

Especialmente duro y vehemente contra dicha decisión fue Carlos González, que planteó la recusación del juez que había autorizado esta operación, el magistrado Rodríguez Moyano, que efectivamente fue apartado del proceso. Pero finalmente la justicia y la Federación Española autorizaron el proceso. El Córdoba CF de Infinity fue inscrito en Segunda B y el match-ball fue superado.

Cinco claves del nuevo rumbo del Córdoba CF

  • Un ascenso frustrado y tres entrenadores en un año

Pablo Alfaro, en su primera sesión con el Córdoba | A.J. GONZÁLEZ

En lo deportivo, sin embargo, poco o nada ha cambiado en el club blanquiverde, que sigue inmerso en Segunda B y lejos del objetivo planteado este verano: el ascenso. En los 365 días de Infinity en el Córdoba CF hasta tres entrenadores han pasado por el banquillo de El Arcángel. El primero, Raúl Agné, fue despedido justo antes de que el coronavirus paralizara la competición. Juan Sabas, contratado en marzo, tuvo que esperar a octubre para debutar y apenas dirigió seis partidos -solo dos de ellos culminados con victoria- antes de su cese. Con Pablo Alfaro la entidad blanquiverde espera enderezar su rumbo, meterse en la segunda fase por el play off y culminar la temporada con el deseado ascenso a Segunda.

  • Una calma necesaria y revitalizante

En el aspecto institucional, sin embargo, el Córdoba CF sí ha encontrado la calma. Una estabilidad basada en el control accionarial absoluto, por parte de Infinity, de la nueva sociedad que maneja los designios del histórico club califal. Javier González Calvo debe contar con la autorización de Baréin para las decisiones más delicadas, como se comprobó con el cese de Sabas y la contratación de Pablo Alfaro para sustituirle.

Pero, en esencia, el club blanquiverde ha abandonado una fase de enorme inestabilidad, probablemente la mayor de su historia. De las peleas entre Jesús León, Carlos González, Luis Oliver y Joaquín Zulategui por controlar las riendas de la entidad ha pasado a un panorama de certidumbre. Los rescoldos de esa enorme guerra judicial y financiera siguen dando titulares cada cierto tiempo, pero en nada afectan a la estabilidad del Córdoba CF de Infinity, desgajado de aquel pasado que casi destruye el futuro de un club que logró continuar existiendo, lo que muchos daban por imposible.

Adrián Fernández, Miguel Valenzuela y Javier González Calvo | A.J. GONZÁLEZ

  • Un panorama saneado en lo económico

Los jugadores cobran sus nóminas, los empleados se sienten seguros en sus puestos de trabajo, el club cumple con sus proveedores y nada se sale del carril adecuado. Lo que debe ser habitual, normal, cotidiano en cualquier club de cualquier deporte y categoría que se precie no lo era, en absoluto, hace un año. El Córdoba CF de Jesús León incumplía sus compromisos de pagos con jugadores, trabajadores, proveedores...Incluso la empresa del suministro eléctrico amenazó con cortar la luz del estadio El Arcángel de persistir en esta actitud. El cambio es total un año después y ello, a la larga, repercute positivamente en la credibilidad y la confianza en el proyecto.

  • Las infraestructuras: motor de crecimiento que sigue sin arrancar

Con la llegada de un nuevo propietario al Córdoba CF siempre surge la expectación por saber si dará el paso adelante que todos sus antecesores no lograron dar. El club no tiene ni estadio ni ciudad deportiva propia. Vive de prestado en El Arcángel y mantiene un litigio con el propietario de los terrenos de Camino de Carbonell. Por tanto, uno de los retos de Infinity pasan por adquirir terrenos para edificar una nueva ciudad deportiva.adquirir terrenos para edificar una nueva ciudad deportiva Es el plan del consejo de administración, tal y como ha comentado González Calvo en varias ocasiones, aunque un año después dicha misión no ha pasado de los planes y las ideas. Nada tangible, de momento. Lo mismo puede decirse de esa deseada remodelación de El Arcángel para conseguir nuevos usos en sus aledaños y un lavado de cara de las gradas. Toca seguir esperando.

Grada de uno de los campos de la Ciudad Deportiva del Córdoba | A.J. GONZÁLEZ

  • Paz social sin público en las gradas

Mientras, y derivada de la necesaria calma judicial y federativa, llegó la paz social a El Arcángel. La afición se las prometía felices con un nuevo proyecto con músculo financiero y capacidad de firmar a jugadores de nivel top para Segunda B. Pero llegó el coronavirus, la maldita enfermedad que tantas vidas ha segado, y paralizó la competición. En la 2020/21 apenas unos elegidos, en los tres primeros partidos en casa, pudieron ver a su equipo en directo. Desde entonces, toca ver los partidos por internet, lo que también requiere de una pacienciatoca ver los partidos por internet, lo que también requiere de una paciencia puesta a prueba muchas veces en el cordobesismo. La afición blanquiverde sigue esperando la autorización sanitaria para poder regresar a El Arcángel y exhibir esa nueva unidad en lo social que no debe mermar un ápice en la necesaria exigencia para con el club y sus jugadores.