Se lo veía venir. El 1-0 al descanso y el juego del Córdoba CF no podía sino enfadar a cualquier seguidor cordobesista. También a los dirigentes. Al decretar el colegiado el final de la primera parte, Miguel Valenzuela, Juanito y Rafa Sánchez, comentaban lo acontecido en el terreno de juego en el anexo a Linarejos. Sobre todo el primero. Los gestos de Valenzuela eran más que llamativos, descontento no solo con el resultado, sino también con el juego desplegado del equipo.

De hecho, la conversación apenas duró cinco minutos, porque el director general deportivo volvió a subir las escaleras, rumbo al palco de Linarejos, en donde estuvo sentado un tiempo solo, mirando su móvil, aunque su cara era un poema.

Obviamente, al finalizar el encuentro, Miguel Valenzuela salió solo del palco, con prisa, con semblante de enfado y, aparentemente, para dirigirse al vestuario de los blanquiverdes. Posteriormente, y mientras Javier González Calvo, primero, y Juan Sabas, después, atendían a los periodistas, se mantuvo dentro de su vehículo sin parar de mensajear y recibir alguna llamada.

El enfado, casi desde el inicio del partido se mantenía cuando ponía en marcha su vehículo y se marchaba de Linarejos. Las próximas 48 horas serán calientes en El Arcángel.