Después de que Zidane se haya acostumbrado a tildar cada partido de final, con la añoranza del rendimiento exhibido en la última liga ante la exigencia plena, el término en boca del técnico va perdiendo trascendencia por abuso. "Sabemos que cada día hay una final, cada cosa que hacemos, cada partido, cada cosa que hacemos es una final", ha insistido el técnico. Pero la realidad expone que este martes ante el Inter, pese a ser el tercer partido de la competición, el Madrid está realmente ante lo que se podría asimilar a una final: un partido decisivo en el que la derrota significa dejar de optar al título final. "Es distinto a lo que estamos acostumbrados. Tenemos que tomarnos el partido como si fuera una eliminatoria", ha confesado Varane.

El Madrid es último de su grupo de Champions, con un punto en dos partidos, y con la inevitable sensación de que una generación se termina de apagar. "Fuera siempre se habla de que tenemos que cambiar, pero dentro, entrenando con ellos ves que quieren ganar. Tenemos en la cabeza ganar la Champions", ha contravenido en la previa un Zidane al que no se le puede acusar de ser el primer y más fervoroso creyente de su doctrina.

Agarrados a Hazard

Agarrados a HazardHazard es el tenedor de todas las esperanzas blancas, en medio de un equipo que está lejos de tener un juego solvente. Es la gran inversión del club en los últimos años y la pieza de creatividad de la que adolecen las alineaciones de Zidane, esa conexión inexistente con la delantera y el apoyo al solitario Benzema, pero hasta ahora el belga ha estado muy lejos de su mejor versión.

El golazo ante Huesca adecentó un partido gris en el retorno al once titular de Hazard, normal después de su prolongada ausencia, pero como en la vida, los recuerdos anodinos desaparecen y se idealiza ese momento en el que hubo felicidad. Así se ilusiona el madridismo.

La alineación juntos del belga, Benzema y Asensio ha sido una de las pocas veces en las que Zidane ha antepuesto las urgencias del equipo a la cautela con el regreso de las lesiones, pero ahora parece tan invariable como Ramos en la defensa.

En el Madrid están pendientes de la sobrecarga que sufrió Lucas Vazquez, la cuarta opción para el lateral derecho de la plantilla blanca, pero inició el último entrenamiento con normalidad y está en condiciones de jugar. Igual que un Odegaard en el tramo final de su recuperación muscular, que sigue ausente. Tampoco está entre los convocados Éder Militao, positivo en la última tanda de test de coronavirus.

En el Inter de Conte, no ha entrenado Lukaku y es seria duda para acompañar a Lautaro Martínez en el ataque. El belga estaba en plena forma, al contrario que el equipo italiano, y venía monopolizando la creación de peligro interista con su potencia física.

Con Luis Suárez a Rusia

Con Luis Suárez a RusiaEl Atlético de Madrid, invicto en La Liga, visita al Lokomotiv de Moscú (18.55 h.) para encaminar su clasificación a octavos de la Champions, después de la derrota inicial en Múnich. Al equipo de Simeone en Rusia van a volver Saúl y Luis Suárez, después de descanso, para acompañar a un João Félix en estado de gracia.