«Tenía ganas de marcar», reconocía Willy Ledesma en Yecla a la finalización del duelo del Córdoba CF en La Constitución. El futbolista confesaba que espera ahora jugar «con más tranquilidad», sin «esa cosa que tienes metida en la cabeza» cuando el gol no llega.

El primer tanto oficial de Willy llega tras un verano en el que el Córdoba CF admitió que buscaba a un hombre con ficha sénior para la zona de ataque. El dilema cordobesista estaba justificado. Piovaccari regresó en el mercado invernal de la 19-20 y al pichichi blanquiverde de la 18-19, que vivía su tercera etapa en el club, se unió Willy Ledesma, un delantero que además de goles, aporta trabajo sin balón y generación de espacios para otros compañeros.

Willy Ledesma presiona a un rival en La Constitución, el domingo. | CCF

Pero nada salió como se esperaba. Willy Ledesma se lesionó en el tercer compromiso liguero de los blanquiverdes, precisamente en su tierra, Badajoz, por lo que no pudo ver puerta en los 218 minutos que compitió.

A Piovaccari no le fue mejor. Logró disputar seis encuentros completos, 540 minutos, en los que no consiguió celebrar ningún gol vestido con la blanquiverde. Por lo tanto, los dos delanteros del Córdoba CF cerraban esa parte final de la Liga con 758 minutos disputados sin conseguir ni un solo gol. Por ponerlo en perspectiva, como si Piovaccari y Willy fueran titulares en cuatro encuentros, jugaran los 90 minutos de cada uno de ellos y no lograran anotar.

La transformación de la 20-21

La Liga 20-21 se inició con Piovaccari actuando como titular en el estreno ante el Lorca Deportiva. El italiano anotó un gol, tuvo dos ocasiones más, le hicieron un penalti no señalado y ofreció dos asistencias, una de ellas más de medio gol a De las Cuevas, que no fueron aprovechadas por sus compañeros. Por su parte, Willy pudo jugar apenas 18 minutos en El Arcángel y tuvo un par de ocasiones, una de ellas triple, porque insistió en volver a rematar los rechaces de Alberto Hortal, portero lorquino. En todo caso, y teniendo en cuenta las sensaciones del final de Liga de la 19-20, el arranque liguero fue esperanzador. Esas ilusiones tuvieron continuidad el domingo, en La Constitución, lugar en el que Sabas decidió alinearlos a ambos de inicio teniendo en cuenta las características del campo yeclano y del propio rival. Piovaccari fue el mejor de los blanquiverdes, ya que anotó el gol inicial que abrió el camino del triunfo y participó en los otros dos, anotados por Mario Ortiz y por Willy Ledesma, precisamente. Antes de finalizar el encuentro ambos fueron relevados, el transalpino unos minutos antes que el extremeño, pero los números que dejaron mantienen la esperanza blanquiverde.

Si en la 19-20 Piovaccari y Ledesma estuvieron sobre el terreno de juego 758 minutos y no anotaron, en la 20-21, los delanteros del Córdoba CF han competido menos de un tercio del tiempo de la pasada campaña (244 minutos) y ya llevan anotados tres goles, dos el italiano y uno el extremeño. El cambio estadístico y de sensaciones es espectacular y solo resta darle continuidad, precisamente, el próximo domingo, ante un UCAM Murcia.

Willy aseguraba también tras el triunfo en Yecla que «los goleadores son como los botes de kétchup, a veces no sale y tienes que darle, y luego sale todo de golpe». Y todo hace indicar que el Córdoba CF ha abierto, por fin, esos botes de kétchup.