Los All Blacks, la selección de rugby de Nueva Zelanda, y el combinado nacional de Australia se enfrentaron este fin de semana bajo la presencia de 45.000 personas en las gradas sin distancia de seguridad ni mascarilla.

El Eden Park de Auckland (Nueva Zelanda), escenario del segundo encuentro de la Bledisloe Cup que se llevó el equipo local (27-7), no limitó sus medidas de acceso al recinto permitiendo el 100% del aforo al público debido a la buena situación sanitaria del país con relación a la pandemia.

Hace semanas Chris Lendrum, director general de la Federación de rugby neozelandesa, ya se alegró de que, controlada la pandemia en el país, unas 31.000 personas asistieran a al primer partido entre ambas selecciones. Por eso han ido más allá y el pasado domingo llenaron el estadio.

Tasa de infección bajísima

Los datos del país transoceánico referentes al covid son de los mejores del mundo con 37,9 infectados por cada 100.000 habitantes (en España la cifra se dispara a los 2.068), según la OMS. Asimismo, en estos momentos únicamente cuentan con 42 casos activos.

Desde el inicio de la pandemia Nueva Zelanda solamente ha registrado 1.887 casos y 25 fallecidos.