Cuando a una empresa le niegan líneas de crédito suele acudir a otras fuentes de financiación menos ortodoxas. Una de ellas es vender la propiedad de sus instalaciones a un fondo de inversión y pasar a pagar un alquiler para seguir utilizándolas, un leaseback. Es lo que pretende hacer McLaren con su maravillosa sede de Woking diseñada por Norman Foster. Y para convencer a esos inversores que están a punto de cerrar el acuerdo ha sido indispensable el renacimiento de la escudería, apoyada en cuatro pilares: el meticuloso y eficaz jefe de equipo, Andreas Seidel; el especialista en diseños bajo el yugo de un presupuesto escaso James Key, y dos pilotazos que cobran cuatro duros, Carlos Sainz y Lando Norris.

McLaren logró un crédito del Banco Nacional de Baréin de 150 millones de euros de los 280 que había solicitado para reflotar la compañía en la que han despedido a un 25% de la plantilla de todo el grupo y un 5% del equipo de F-1. Los 212 millones que espera sacar de la venta de Woking aliviarían por completo las tensiones financieras. Y todo el grupo quiere aprovechar la imagen que está proyectando el equipo de F-1, que marcha tercero en el mundial de constructores, con un punto de ventaja sobre Racing Point, y 18 sobre Renault.

FELICIDAD MOMENTÁNEA

Sí, ya sé que estamos ahí, pero no te vengas arriba porque no siempre las cosas van a salir como en Monza, explica Sainz, autor de una brillantísima segunda posición en el GP de Italia, reforzada por el cuarto puesto de su compañero Lando. Habrá circuitos y fines de semana que no salga todo tan redondo. Y cinco días después, la F-1 ha llegado al circuito de Mugello por primera vez en su historia, y no existe ni un solo dato más allá de los que las escuderías podían tener de los entrenamientos privados de comienzos de siglo. Hoy día las simulaciones aportan mucho, desvela Sainz. Las dos primeras sesiones de libres han dejado a los McLaren fuera del top-10 --los Mercedes dominaron por delante de los Red Bull-- en su intento de adelantar mucho trabajo con un nuevo morro que debería proporcionar un salto importante de rendimiento en las próximas carreras si todo encaja en el diseño de Key.

Mugello (donde se celebra este fin de semana el Gran Premio de la Toscana) es un circuito nuevo para todos, con curvas medias y rápidas, donde sufrimos mucho para mantener el grip rodando detrás y en el que prácticamente hay un solo punto de adelantamiento, afirma Sainz, para quien la nueva normativa que obliga a mantener un solo tipo de mapa motor ha afectado mucho a los adelantamientos que a la clasificación, donde quizá se esperaban más cambios de los que se vieron en Monza. Sin tantas pruebas de morro como en la FP2, Norris fue tercero en la primera manga, pero ni él ni Sainz se sintieron cómodos y el inglés acabó contra la valla en la segunda manga. "Lo sentí mucho peor cuando estaba en el coche respecto a lo que parece desde fuera. Creo que hay algo de daño en la dirección y tal vez en la trasera, pero nada enorme, afortunadamente", comentó Norris tras volver a boxes. "Tal vez no nos fue como esperábamos. Esperábamos empezar el fin de semana un poco mejor. No creo que estemos mal o seamos lentos. El coche ha sido muy complicado y tal vez nos faltó algo de competitividad respecto al resto. Hay mucho trabajo por hacer".

NORRIS, QUINTO DEL MUNDIAL

Se trata de un lunar en el trabajo de Norris, capaz de subir al podio en Austria y que, sin problemas en el coche ni en las paradas en boxes como las que han afectado a Sainz, ha sido capaz de situarse quinto en el Mundial con 57 puntos. Sainz debería ser cuarto, si no hubiera perdido 30 puntos con los problemas de chasis, motor y pit-stops. Esos problemas parecen haber quedado atrás. McLaren se situó entre los tres mejores equipos en las paradas en boxes de la última carrera y ese segundo puesto y la posibilidad de haber ganado la carrera con una vuelta más nos han llenado de confianza y energía, concluye Sainz