Septiembre comenzó para el Córdoba CF con cierto aroma a pasado. Sobre las 9:10 horas apareció por la banda Bernardo Cruz, uno de los refuerzos de cara a la temporada 2020/21. Pero no es una alta cualquiera. Y es que el central forma parte de la historia blanquiverde al integrar la plantilla que consiguió el ascenso a Primera División durante la campaña 2013/14. El cordobés, acompañado en todo momento por el delegado, Julio Cruz, fue recibido con cariño por varios miembros del cuerpo técnico como el preparador de porteros, Sebas Moyano, o el incombustible Pepillo.

Era una jornada especial para el menor de los hermanos Cruz. Cordobesista de pro, Bernardo se forjó deportivamente en esas instalaciones defendiendo la elástica de su ciudad. Del club de su vida, el de su tierra, tuvo que salir a préstamo en el curso 2014/15 con destino Santander. Un año más tarde, los caminos del Córdoba y el jugador se separaron tras marcharse al filial del Sevilla FC. Posteriormente se ganó un nombre en Segunda División militando en el CD Lugo, Granada CF, AD Alcorcón y CD Numancia -estos dos últimos equipos en calidad de cedido por parte de los nazaríes-. Por ello, su destino después de rescindir el vínculo contractual con los rojiblancos parecía nuevamente ligado a la categoría de plata, pero el corazón le pidió retornar.

Mario Ortiz corre con Víctor Salas en la Ciudad Deportiva, este martes. CCF

Bernardo no se ejercitó junto a sus nuevos compañeros, solo hizo acto de presencia para conocer a todos los integrantes del vestuario. Compartió algunas palabras con Javi Flores, otro de los cordobeses que decidió regresar para así vestir nuevamente la blanquiverde. Historias parejas, vivencias similares y un rol de “jefes” que a buen seguro intentarán transmitir a los demás. Asimismo dialogó durante un breve espacio de tiempo con el míster, Juan Sabas. Más tarde partió de la Ciudad Deportiva para que los fisios del equipo evaluaran su estado físico tras tanto tiempo sin ejercitarse de forma grupal.

Mario Ortiz, actividad al margen de sus compañeros

Sí tuvo minutos sobre el terreno de juego Mario Ortiz, aunque su jornada se desarrolló al margen del plantel. El centrocampista arribó muy temprano y fue recibido por Raúl Cámara, enlace entre el vestuario y la cúpula deportiva. Poco a poco se presentó al resto y se mostró más afectuoso con Samu Delgado y Thierry Moutinho. Y no era para menos, ya que junto a estos dos jugadores consiguió ascender en Albacete a Segunda y cumplir cursos a un alto nivel.

El cántabro no paró en su primer día. Primero permaneció al lado del recuperador, Javier Poveda, y de Xavi Molina y Djak Traoré. Cuando Poveda abandonó el recinto con los otros futbolistas citados, le tocó afrontar una exigente puesta a punto con el jefe de los servicios médicos, Víctor Salas. Ortiz, al igual que Bernardo, también compartió conversaciones en la banda teniendo a la plana mayor de interlocutores. El consejero delegado, Javier González Calvo, el director general, Miguel Valenzuela, el director deportivo, Juan Gutiérrez Juanito y el secretario técnico, Rafa Sánchez, tuvieron palabras de aliento para los recién llegados.

Los dos fichajes, a medida que avance la pretemporada, figurarán dentro de los planes de Sabas. Mientras tanto tendrán que mejorar físicamente para ponerse al mismo nivel que los demás.