A Ivan Rakitic le quedaba un año de contrato con el Barça. Y desde hace ya un año el club azulgrana quería despredenderse del centrocampista croata que apareció en el Camp Nou en el verano del 2014, procedente del Sevilla, tras desembolsar 18 millones de euros. Al Sevilla está a punto de volver ahora Rakitic (32 años).

Volvería gratis porque el Barça solo cobrará una cantidad simbólica. Lo trascendente para que el club es que se ahorrara la elevada nómina anual del croata, aligerando así la elevada masa salarial de la plantilla. De ahí, que lo regale, pendiente de poder recuperar esa cantidad a través de unos variables en función de los éxitos europeos que pueda conseguir el conjunto sevillista.

Será la primera vaca sagrada que cae, mientras Luis Suárez, la más grande, y Arturo Vidal, crítico como nunca con la directiva y el equipo, aguardan turno. Ambos podrían repetir la 'vía Rakitic' ya que el club azulgrana necesita liberar estas fichas tan altas para adecuarse al nuevo presupuesto pospandemia.

Rakitic, que pasó este domingo las pruebas PCR en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, no ha tenido ni que coincidir con Ronald Koeman, el nuevo entrenador del Barcelona, el mismo que decidió que no entraba en sus planes, consciente de que la plantilla necesitaba una profunda remodelación.

DISCUSIONES CON EL CLUB

Y Rakitic, a quien el presidente Josep Maria Bartomeu no quiso renovar, a pesar de que el jugador dijo que se había comprometido, está amortizado, sostiene el club. Tanto deportiva como económicamente.

De hecho, el croata ya se planteó irse en el mercado de invierno al comprobar que Valverde no contaba con él. "He visto cosas que no me han gustado", llegó a decir Rakitic, quien decidió aguantar los últimos meses de tan inusual temporada por la pandemia.

Llegó incluso a bromear sobre su posible continuidad. "A ver si hacemos magia", llegó a decir Rakitic. Ahora, sin despedirse siquiera del Camp Nou, se va una pieza de aquella acertada renovación de la plantilla que diseñó con acierto Andoni Zubizarreta, el director deportivo que también trajo a Suárez, Ter Stegen y Bravo.

Hoy, en Barcelona, ha sido sometido a las pruebas médicas, pero ya por parte del conjunto sevillista. Y llegaría para cubrir el inmenso vacío que deja la marcha de Banega, que se ha ido a Arabia Saudí. No son parecidos en sus estilos de juego, pero Julen Lopetegui, el técnico que acaba de ganar la Europa League derrotando al Inter en la final, aprovechará el oficio y la experiencia del ya exazulgrana.

La apuesta Wijnaldum

El croata deseaba salirse con la suya. Quería volver al Sánchez Pizjuán, su mujer es sevillana, a la que conoció precisamente allí nada más llegar en el 2011, cuando se formalizó su contratación por el club andaluz. Y Koeman, también porque considera imprescindible reformular el centro del campo. Wijnaldum, el centrocampista holandés del Liverpool, es la pieza que busca el nuevo técnico para esa zona.

Rakitic firmaría por dos temporadas (hasta el 30 de junio del 2022) y opción a otra más en función de su rendimiento cerrando su ciclo en el Camp Nou donde fue una de las piezas claves en la conquista del triplete en el 2015: marcó el 1-0 de la final de la Champions ante la Juventus tras asistencia de Iniesta.

Se instaló en la titularidad cohabitando con Xavi en el último año del capitán en el Camp Nou, pero ya veía claro ahora que deseaba salir del Barça. Con la llamada de Monchi, el director deportivo con quien mantiene una excelente amistad, quedó abierto el camino que buscaba Rakitic. De regreso a Sevilla. De vuelta a su casa.