Aunque el torneo amagó con una gran sorpresa, después del parón por el confinamiento y con las peculiaridades de la final a ocho en Lisboa, la final de la Liga de Campeones se presenta esta noche como el partido de más altos vuelos que se podía dar, con el Bayern consolidado como el equipo más en forma y con las grandes estrellas del París Saint-Germain, Neymar y Mbappé, en su mejor momento de forma.

De un lado, la poderosa máquina con sello alemán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso, un tanque blindado que ha puesto en marcha Hansi Flick y que dispone de un arsenal ofensivo liderado por un Lewandoski que, con 15 goles en esta edición de la Champions, busca el récord de 17 tantos. Aunque el polaco no ha estado en Lisboa a su mejor nivel en la definición, ha estado excelsamente secundado por Gnabry, Müller o Kimmich.

El polaco Robert Lewandoski durante el último entrenamiento del Bayern antes de la final. / MANU FERNÁNDEZ (EFE)

Del otro está, más a punto que nunca en la gran competición europea, la legión de ejecutores precisos y letales del equipo francés dirigido por Tuchel, como francotiradores a los que les sobra con unos segundos de contacto visual poner la bala en el blanco. Neymar y Mbappé son los grandes exponentes, más peligrosos si cabe ante la defensa siempre adelantada de los alemanes, además de un Di María cerca del mejor nivel de su carrera.

El partido el duelo por la supremacía en el fútbol europeo, la amenaza concreta de los dólares llegados de oriente a punto de consumarse contra el orden establecido y casi inamovible de los gigantes europeos.

Pugna germana

El duelo alemán de los banquillos es el reflejo del choque de estilos que será la final. Por un lado Flick, el seguidor acérrimo de los preceptos clásicos del germanismo futbolístico que le ha devuelto al Bayern sus rasgos más identificables, incluidos el ataque masivo por aplastamiento y el de ganar con asiduidad. En frente Tuchel, un discípulo aventajado del rastro que dejó Guardiola en Alemania y del surgimiento en la Bundesliga del último campeón europeo, Jurgen Klopp, que ha terminado siendo un estratega con las mejores piezas de ataque a su disposición.

Del lado de los alemanes pesa la experiencia y la fiabilidad, camino a su quinto título con una nutrida representación de veteranos en grandes lides europeas. En frente, la primera oportunidad de culminar el proyecto faraónico de Qatar en el PSG, con una inversión en fichajes de más de 1.250 millones de euros en menos de una década de propiedad del club.