Luis Suárez es el tercer máximo goleador de la historia del club tras Messi y César, por delante incluso de Kubala, pero no tiene garantizado su futuro en el Camp Nou. Ni mucho menos. La llegada de Ronald Koeman ha puesto todo bajo sospecha, incluido el futuro del delantero uruguayo. A sus 33 años, y con contrato hasta el 2021, Suárez cree que "aún puede aportar mucho" al Barça, según ha revelado en una entrevista al diario 'El País', rompiendo el silencio que mantenía desde hace una semana tras la caída en Lisboa.

Llegó en el 2014 y se convirtió en una pieza esencial del equipo, pero también está preparado por si le toca ser suplente. "Obviamente. Lo aceptaría aquí como lo acepte siempre en mi carrera. La competencia siempre es buena y si el técnico considera que debo arrancar desde el banquillo no tengo problema en ayudar con el rol que me otorguen", ha declarado el delantero azulgrana, convencido de que le queda aún tiempo para dar más rendimiento al club.

El futuro de las 'vacas sagradas'

"Nadie me dijo que quieran prescindir de mí; si este es el deseo del club estaría bien que el responsable que elija hable directamente conmigo", ha subrayado Suárez, íntimo amigo de Messi ("es un orgullo serlo", ha dicho), consciente, además, de que 'las vacas sagradas' están ahora en discusión. Duda Leo sobre su futuro, pero Luis desea continuar. Ambos acaban contrato el mismo año: en el 2021.

Pide Suárez que el club sea transparente sobre su futuro. "Mejor así que filtrar si soy uno de los que quieren que salga. Está por ver. Yo también quiero lo mejor para el club y mi idea hoy es seguir, pero si desde el club piensan que soy prescindible, no tengo inconveniente en hablar con los que decidan", ha declarado el uruguayo.

"Cuando se habla de pesos pesados se mira a todos los que llevan más tiempo en el club", ha admitido Suárez, reconociendo que "es normal, pero hay mucho engaño en todo eso porque en realidad de un año a otro todo cambia", ha dicho antes de poner la mirada en lo que sucedía justamente hace un año con el Madrid. ".No me gusta comparar, cada lugar es distinto, pero recuerdo que en el Madrid el año que les eliminó el Ajax de la Champions se decía que Kroos estaba acabado, querían jubilar a Modric, decían que Ramos era un desastre y de repente ya no valía ningún jugador".

Compromiso con el club

De ahí que tenga claro que indicara que "lo que hoy es blanco, mañana es negro y viceversa", por lo que considera que "honestamente creo que en ocasiones falta algo de coherencia, paciencia y, sobre todo, memoria".

En este sentido, recordó que la contundencia de la derrota (2-8) coloca a todos como responsables. "Cuando se pierde como se perdió en Lisboa todos somos responsables. Eso está claro, no sería justo señalar solo a un jugador o a alguna persona del club", ha indicado recordando que "a veces sí parece que se quiera personalizar, pero honestamente creo que nadie puede poner en duda mi compromiso con el Barcelona".