El Tour modificó por primera vez su protocolo en las ceremonias del podio, en las que habrá una pareja mixta (hombre-mujer) para entregar los maillots en los podios de llegada, poniendo fin a las tradiciones azafatas, una práctica tachada de 'sexista'.

El director de la carrera Christian Prudhomme realizó el anuncio a la vez que las consignas sanitarias antes de la salida de la Grande Boucle en Niza el 29 de agosto. "Ustedes suelen ver al campeón rodeado de dos azafatas, con cinco representantes públicos a un lado y cinco patrocinadores a otro. Ahora será diferente, con un solo político electo, y un solo representante del patrocinador del 'maillot' amarillo, así como una azafata y un azafato por primera vez", afirmó durante una conferencia de prensa.

"Sí, es algo nuevo pero ya se hacía en otras carreras desde 20 años atrás, como en la Lieja-Bastoña-Lieja", organizada al igual que el Tour de Francia por Amaury Sport Organisation (ASO), añadió Christian Prudhomme. Y también en la Vuelta, donde hombres y mujeres se encargan del protocolo del podio.

EL FIN DEL BESO

En el 2018, otra carrera del primer escalón mundial organizada por ASO, la Flecha Valona, optó por un podio mixto, con un hombre para entregar el premio a la ganadora, y una mujer para recompensar al ganador. Prudhomme no precisó si se pondrá fin a la tradición del beso al ganador, pero el contexto sanitario parece que impedirá esa práctica tradicional.

Desde hace varios años, diferentes voces se elevan para pedir el final de las azafatas en los podios, estimando que las mujeres "no son objetos, no son recompensas". La Fórmula 1 acabó en el 2018 con las 'grid girls', jóvenes chicas elegidas por su físico para indicar el lugar de salida de cada monoplaza.