Exigencia, responsabilidad, profesionalidad... Esos términos salpican la conversación con Miguel Valenzuela Lozano (Sevilla, 1962), que a falta de pocos días para el arranque oficial de la pretemporada del Córdoba CF continúa enfrascado en la tarea de reconstruir la plantilla, que es tanto como avivar los rescoldos del pisoteado ánimo del cordobesismo para volverlo a enamorar. Así funciona el fútbol para la gente de grada y césped, que sabe que con cada vuelta de calendario hay una posibilidad de redención. Valenzuela, curtido en el Betis -donde modeló a una generación de canteranos que hicieron del club de Heliópolis el primero de Andalucía en jugar la Champions-, no esconde que el desafío en El Arcángel es descomunal. El Córdoba viene de pasarlo -y de hacerlo- muy mal en los últimos años y ahora, en medio de un escenario enmarañado -por la pandemia del covid y por cuestiones domésticas-, quiere protagonizar uno de esos episodios que dan sentido a su existencia: salir triunfante en las circunstancias más adversas. A Valenzuela se le notan las ganas de que todo comience a discurrir por los raíles de la normalidad: jornadas, partidos, puntos en juego... Sabe, como todos, que nada volverá a ser como antes y que toca jugarse el porvenir en este Córdoba de los benditos excesos: tiene mucho que ganar y mucho que perder. No le valen las medias tintas. Así fue siempre y ahora, más.

- Seguramente será el verano más raro en el mercado.

- Esto lo ha complicado todo un poco más. La situación del Córdoba era ya compleja por los últimos años y la pandemia del covid ha alterado no solo el fútbol, sino la sociedad en general. Pero bueno, todos estamos en el mismo escenario. Ni los clubs ni los jugadores ni los representantes esperábamos algo así. Por eso está todo tan parado. Prácticamente no hay fichajes en ninguna categoría. Se nota en Primera, Segunda y Segunda B. Está todo el mundo paralizado, a la espera. El mercado está totalmente condicionado por la incertidumbre del coronavirus.

- ¿Cómo conjuga un experto en cantera la vocación de trabajar jugadores a fuego lento con la necesidad de resultados inmediatos en el Córdoba?

- También me pasaba en el Betis. Dirigía quince equipos de cantera y luego llevaba al filial, que estaba en Segunda B. Eso lo controlo. Las prisas no son buenas consejeras, pero es fundamental saber manejarlas porque hay una cosa clara: que el Córdoba permanezca en Segunda B es inviable a corto plazo. Aquí hay que ascender. Por eso tenemos que planificar una plantilla con tres objetivos. Primero equilibrarla, porque entendemos que la del año pasado no lo estaba. Segundo, complementarla a nivel físico. Tenemos a los mejores futbolistas de Segunda B, pero con una edad avanzada. Tenemos que traer jugadores jóvenes, muy competitivos, que tengan buen pie y físico. Y tercero, que es básico, crear una estructura de futuro. Si Dios quiere y la suerte nos acompaña, estaremos en Segunda el año que viene y no podemos fichar a veinte jugadores. Eso sería un fracaso. Hay que traer jugadores que te valgan para este año y para el que viene si estamos en Segunda.

- El Córdoba lleva muchos años en una pretemporada eterna, con cambios en todos los órdenes y sin estabilidad. Y a eso se unió un descenso a una Segunda B que puede ser una trampa mortal con cien equipos y un laberinto para salir.

- Estamos haciendo dos cosas complejas. Estamos creando una estructura de futuro, con departamentos profesionalizados y con personas al frente muy capacitadas para hacer crecer al club. Hemos incorporado a personas al departamento de alto rendimiento y salud, con Víctor Salas y el doctor Bretones, que van a dar un salto de calidad. Ellos lideran una parcela que muy pocos equipos de Segunda tienen. En ese sentido, hemos crecido. El cordobesismo sabe que lo ha pasado mal, muy mal, y lo necesario que es dar una continuidad al trabajo de esa estructura.

Miguel Valenzuela, director general deportivo del Córdoba CF. CHENCHO MARTÍNEZ

- ¿Percibe a la hora de ejercer su labor los efectos de la mala imagen que ha venido generando el club en los últimos tiempos?

- Sí, claro. Es lo primero que los jugadores y los representantes de preguntan. ¿De verdad ha cambiado el Córdoba? ¿De verdad hay un proyecto serio o va a ser más de lo mismo de los últimos años? El Córdoba, lamentablemente, ha sufrido desilusión tras desilusión. Llega un momento en el que hay que pararse y pensar. Hay que crear unos cimientos, una estructura, y a partir de ahí crecer. Y eso es tiempo. No hay que engañar a nadie. No se puede cambiar un club en una semana ni en un año. Hay que hacerlo con una estructura profesional. En ello estamos y creo que tenemos una experiencia sobrada en este equipo de trabajo. Estamos en un buen sitio, porque hay detrás una afición que no abandona nunca.

- Capacidad de sufrimiento tiene.

- Yo vengo del Betis... Somos almas gemelas, te lo digo con conocimiento de causa. Sufrimiento tras sufrimiento. Hasta que llega un momento en el que alguien dice que hay que parar y poner las bases. Ese es el proyecto del club y de esta dirección deportiva. Pero tenemos poco margen de maniobra, poco tiempo para cambiar muchas cosas.

- ¿Cómo seduce el Córdoba CF actual a un futbolista para que venga?

- Todos quieren venir, pero si no tienen ofertas de Segunda División. Esa es la realidad. El que no te pone ninguna pega es el futbolista que está en la parte final de su carrera, que tiene una buena carrera y calidad. Pero esos ya los tenemos en el equipo. Aquí tenemos ya a los mejores de ese perfil. Mejores que De las Cuevas, Javi Flores, Valverde, Willy, Piovaccari no los hay. Queremos jugadores que aporten y que hagan mejores a los que ya tenemos. ¿Qué ocurre? Pues que apuntamos alto. Podríamos tener la plantilla cerrada, pero no queremos a cualquiera. Buscamos a jugadores que hayan dado un altísimo rendimiento en Segunda B.

- Hay un perfil de jóvenes que salen de grandes canteras, que no alcanzan el primer equipo y que después de esa desilusión llegan a Segunda B y se curten mucho para entrar a profesionales por otra puerta.

- Ese es el perfil, este tipo de jugadores con 22, 23 o 24 años que han demostrado que tienen calidad. Esos son los que estamos buscando. Porque te valen para competir a un alto nivel en Segunda B y si asciendes también pueden hacerlo, porque tienen mucha competición, muy buena formación y hambre. En ello estamos. Hombre, si tiene que venir uno de 30 que nos aporta en un puesto determinado, pues con esa edad hoy en día estás a muy buen nivel. Pero nosotros en principio apostamos por futbolistas de hasta 26-27 años que hayan demostrado muchas cosas y a los que aún les queden cosas por demostrar.

- Y que quieran venir.

- Si no tienen oferta de Segunda, el primer sitio que quieren de Segunda B es el Córdoba. A nosotros nos toca convencerles de que esta es la mejor opción y también saber esperar.

- La pretemporada arrancará entonces con el equipo a falta de piezas.

- Sí, tenemos tiempo por delante. No vamos a tener prisa porque queremos lo mejor. Como dije cuando llegué, no quiero el traje más caro sino el que mejor me sienta. Pues así será el equipo. Tenemos detectados los errores del año pasado y bien estudiados. Sabemos dónde tenemos que reforzar y qué hacer para que el Córdoba sea un equipo que compita al más alto nivel y saque su calidad. Porque, ojo, no olvidemos que lo que nosotros tenemos aquí no lo tiene nadie. Los nombres ya están aquí. Javi Flores, De las Cuevas, Valverde, Djetei, Moutinho, Piovaccari, Willy... Nosotros asustamos por los nombres de la plantilla. Ahora hay que complementarlos con buenos futbolistas, que sean capaces de aportar y que hagan mejores a los que ya tenemos.

Miguel Valenzuela, director general deportivo del Córdoba CF. CHENCHO MARTÍNEZ

- Paciencia, entonces.

- Hay que saber esperar. Hay además otra cuestión y es que los filiales se van a quedar con algunos jugadores de 24-25 años porque la posibilidad de la Segunda B Pro les resulta ilusionante y es interesante para los clubs. Pero aún así, vamos a hacer un equipo ilusionante.

- La ilusión la dan los resultados.

- Vamos a hacer un Córdoba muy competitivo. Será distinto al del año pasado, porque la realidad es que quedamos quintos. Teníamos problemas en la creación, que están detectados y se solucionarán. Nosotros no llegábamos a crear situaciones reales de gol, a la gente de arriba no le llegaba el balón. Si hacemos una columna vertebral fuerte, con gente de músculo y buen pie, podemos hacer un gran equipo. No depender del acierto de uno o de otro. Yo creo en los equipos.

- ¿El trabajo de formación del equipo está siendo coral?

- Empezó desde el confinamiento. Cada técnico se ha encargado de un grupo de Segunda B, seleccionando a los mejores en cada puesto. Luego han entrado Rafa Sánchez y Juanito para una segunda criba. Y después yo. Queremos jóvenes, con experiencia, con calidad técnica y poderío físico. Empezamos a hablar con muchos jugadores. Algunos son muy buenos y están esperando. Yo siempre les decía a mis futbolistas, cuando estaba en el Betis B: vete al equipo que venga a por ti antes que el que te busque el representante. El que va a por ti es porque eres su primera opción. El Córdoba es un gran escaparate.

- Del corte de Iván Navarro.

- Fíjate lo que nos dio Iván la temporada pasada. Salía y cambiaba los partidos. ¿Por qué lo hemos renovado? Aunque ya no sea sub-23 tiene talento. Y ya es propiedad del Córdoba. Es un futbolista que te juega por ambas bandas, desborde, mediapunta... Tiene que ser jugador nuestro.

- Lo de los nombres impactantes...

- ¡Es que esos los tenemos ya! Además, va a haber jugadores que sorprendan. Para mí, Sidoel es un sub-23 de lujo. Un internacional sub-20 con Holanda, formado en la cantera del Ajax, que viene de jugar en una Primera División... Juega muy bien al fútbol. Tiene una formación magnífica.

- La pretemporada es larga.

- Larguísima, y van a aparecer cosas en el mercado. Tenemos la plantilla muy avanzada y no hay necesidad de correr. Si vienen los que queremos que vengan vamos a tener el mejor centro del campo de Segunda B y a nuestros puntas los van a hacer de oro. Y te insisto: yo creo en el equipo. Tenemos que mejorar lo que ya tenemos. Lo de traer jugadores con nombre sería engañar al Córdoba. Recibimos llamadas ofreciéndolos y para mí sería fácil cogerlos, pero no lo voy a hacer. Así no se hace un equipo para ascender y ni mucho menos para el año siguiente. Esto es mentira.

- El plan es subir y que el equipo afronte el salto.

- Es que no hay otra forma. ¿Cómo te sostienes en Segunda? ¿Otra vez firmando a veinte futbolistas? Es imposible, te vuelves a equivocar y a edificar sobre una nube. Eso es lo que no queremos. Van a venir muy buenos futbolistas y vamos a tener un gran equipo, eso es seguro. Gente con recorrido que sean la base de los próximos cuatro o cinco años.

Miguel Valenzuela, director general deportivo del Córdoba CF. CHENCHO MARTÍNEZ

- ¿Cómo está siendo el trabajo con Juanito?

- Tiene tres cosas fundamentales. La primera, un criterio grandísimo a la hora de ver futbolistas. Segunda, el respeto que genera por su trayectoria como jugador internacional y campeón de Europa. Y tercera, un compromiso y una capacidad de trabajo descomunal. Juan tiene el perfil, por conocimiento, honradez, hambre y ganas, de un director deportivo de alto nivel. Estoy encantado con él y con todo el equipo de trabajo. Tenemos a Rafa Sánchez, que tiene un conocimiento espectacular de todos los jugadores. Te sientas media hora con él y te das cuenta de que es un profesional comprometido, cordobesista que lo lleva en la sangre, y que trabaja las horas que haga falta. Y qué decir de Rafa Herrerías, otro cordobesista y trabajador al máximo. Pero Juan es, sin duda alguna, el director deportivo ideal no ya para el Córdoba, que tenemos la suerte de tenerlo, sino para cualquier club de primer nivel.

- ¿Y Sabas cómo afronta todo esto? Le pilló en medio una situación increíble. El Córdoba es un buen toro para un entrenador que como titular de banquillo tiene una experiencia corta, pero intensa.

- Sabe un montón de fútbol. Detectó perfectamente el problema que tenía el equipo el año pasado. Viene con un compromiso fuera de lo normal y sabe que es una oportunidad única la que se la presenta en el Córdoba. El reto es grande, porque todo lo que no sea ascender es un fracaso, pero lo asume totalmente y es consciente. El estuvo muchos años con Abel en equipos de Primera y Segunda siendo segundo entrenador y eso te da un gran bagaje, una cercanía al futbolista. Él es muy exigente y sabe llegar al jugador. Ha hecho un análisis del equipo excelente, sabe dónde hay que actuar, y a mí eso me gusta. Esto es como el médico: si hay un buen diagnóstico es más fácil curar, porque si no es así estás todo el rato dando pastillas. Estoy totalmente seguro de Juan Sabas. No tiene un sistema irrenunciable. Se adapta a las circunstancias y su sistema es ganar. Si tiene que cambiar un 4-4-2 por un 3-5-2 lo hace. En Segunda B esto es así. Hay que ganar un partido, otro y otro.

- Y el curso que viene, con cien equipos, salir de ahí es un buen laberinto.

- Complicadísimo. Pero hay que ir con toda la ambición. Podemos hacerlo. Hay que hacer un buen trabajo. No nos vamos a engañar: nos mantienen los resultados. Pero no quiero engañar al Córdoba. Yo estoy muy seguro de aquello en lo que creo y es lo que voy a hacer aquí: montar una estructura, construir un equipo y luchar para cumplir los objetivos, que todos sabemos cuáles son. Todo el que forma parte del Córdoba lo tiene muy claro. Y si no sale, moriré con mi idea. Pero lo que no voy a hacer es, por agradar, engañar al cordobesismo. Voy a hacer exactamente lo mismo que dije el primer día que llegué: crear una estructura de futuro. Eso funciona siempre sí o sí. Se verá el primer año, el segundo o el tercero. El primer equipo tiene que salir de Segunda B con una formación que pueda mantener su base y luego, que detrás haya un filial fuerte para seguir aportando material. Por ahí debe ir el Córdoba.