El carrusel de presentaciones en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad se inició este miércoles con Jesús Antonio Solano Jesulito, el primer fichaje anunciado por la entidad blanquiverde en su nuevo reto como equipo de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). José García Román, presidente de la entidad blanquiverde, y Salvador Gallegos, perteneciente a la Estación de Carburantes Premium Cepsa que acogió el acto, acompañaron al gaditano en la comparecencia ante los medios de comunicación.

Sus primeras palabras fueron de agradecimiento hacia García Román y Josan González, el entrenador del club andaluz, por “acordarse” de él. Arribó a la ciudad cordobesa “ilusionado para defender los colores de mi tierra en la máxima categoría” y deseó “dar un pasito más con respecto a la pasada temporada”. Se encontró a su llegada con un vestuario que es “un grupo de amigos, una familia”, circunstancia que favoreció su acogida.

Jesulito, al ser preguntado sobre los motivos que llevaron al equipo a acometer su fichaje, destacó “la experiencia” que posee, algo que “faltó el año pasado”. La escuadra cordobesista ganó partidos “con la ilusión”, aunque al final de temporada “se necesitan más ingredientes”. Al ala le gusta “disfrutar, el uno contra uno, meter pases y goles” y que la afición “disfrute conmigo”, características que a buen seguro encandilarán a los seguidores.

Su amplio recorrido en Italia, país del que procede -concretamente del Acqua e Sapone-, le hizo diferenciar de la mejor manera el fútbol sala transalpino con el que se practica en España. “Aquí es más intenso y táctico y el italiano resulta más libre para jugadores que tienen habilidad”. También destacó que la Liga Nacional de Fútbol Sala es “más competitiva” mientras que “allí hay tres o cuatro equipos fuertes y te encontrabas con cinco o seis encuentros importantes en todo el año”. La “intensidad y el nivel” del campeonato español provoca que “te pueda ganar hasta el último”.

"Con los pies en el suelo"

El jugador, de 30 años, quiere aspirar a lo máximo pero siempre “con los pies en el suelo”, ya que “si nos ponemos metas muy altas, vendrán los palos”. El primer cometido del Córdoba Patrimonio de la Humanidad será el de “sellar los puntos para certificar que estamos en Primera”. A partir de ese instante “pensar si se puede en la Copa del Rey aunque sean palabras mayores”. Sin embargo, “viendo la plantilla, jugadores y el esfuerzo que se ha hecho”, es “inevitable ilusionarse” con la idea. La “seriedad y profesionalidad” del plantel serán factores a tener en cuenta en pos de conseguir “algo bonito”.

La ciudad de Córdoba no le es desconocida. De hecho, en categorías inferiores vino a Vista Alegre y a Fátima para competir. Y hace dos o tres semanas estuvo junto a su familia para conocerla “incluido el calor”. Entre bromas, Jesulito reconoció que en estos momentos “se está mejor en La Caleta”. Pese a ello, los cinco meses que estuvo sin entrenar le hicieron tener “ganas de regresar a los entrenamientos, tocar el balón y vivir el ambiente del vestuario”. En este punto volvió a recalcar que era “el más parecido que me he encontrado a lo que tuve en Pamplona”.

Porque el habilidoso jugador hizo historia en el CD Xota navarro antes de abandonar España. “A Italia te vas por el aspecto económico, pero al final ves los partidos por la televisión y sabes que tienes que estar aquí”. Los futbolistas allí “son prácticamente en su totalidad brasileños” y consideró que tenía nivel para militar de nuevo en nuestro país. “No me lo pensé al llamarme y las negociaciones fueron muy cortas”, recalcó.

Calendario de pretemporada intenso

Desde el primer instante tendrán que demostrar sus ganas sobre la pista, sobre todo atendiendo al exigente calendario de pretemporada del equipo. “Se tiene que ver que contra Jaén, Valdepeñas o UMA debemos competir a lo largo del año y pelear por entrar en Copa”. Prefirió duelos complicados a otros frente a escuadras de Segunda B o Tercera. “Meter un 10-0 en esos encuentros es engañarte y así te encuentras con la forma que se requiere para competir en Primera”, agregó.

Por último, Jesulito reconoció que le daba “vueltas todo el rato” a la situación con la hinchada y las limitaciones que tendrán para ingresar al Pabellón. “Los partidos que vi el año pasado te hacían ver que la afición era el jugador número seis. A lo mejor yo no lo noto bastante porque en Italia los pabellones estaban vacíos, pero seguro que el resto si lo notará”. Solo les quedar “aprender a jugar así” dada su profesionalidad.