FECHA: 24 de enero de 2015

LUGAR: El Arcángel.

PARTIDO: Córdoba CF - Real Madrid (partido correspondiente a la jornada 20 del campeonato de Liga 2014-15 de Primera División, 1-2).

LA SITUACIÓN

Asomando la cabeza del pozo estaba el Córdoba CF cuando llegó una cita memorable: el regreso del Real Madrid a El Arcángel después de más de cuatro décadas. La ciudad se paralizó por completo. Los blanquiverdes vivían su mejor momento tras la llegada al banquillo de Miroslav Djukic, que había logrado una racha que parecía extraordinaria: una sola derrota en siete partidos oficiales, la sufrida en el Camp Nou ante el Barça de Luis Enrique (5-0). El técnico serbio salió a la sala de prensa para soltar un discurso célebre en el cordobesismo: "Quiero guerreros, gente que juegue con el cuchillo entre los dientes". El nuevo líder del grupo era un chico rumano que llegó libre en verano para el filial. Un tal Florin Andone.

Con ese talante indómito, fuera de las plazas de descenso y fundadas esperanzas de resurrección, inició el Córdoba la segunda vuelta del campeonato en la máxima categoría. En ese escenario aparecía el Real Madrid con toda su potencia y parafernalia. Empezando por Iker Casillas y terminando por él. Sí. Cristiano Ronaldo. Sobre CR7 se concentraron todos los focos. Nunca había estado en El Arcángel y los gurús de la estadística deportiva hablaban ya de apuntar en Córdoba otra muesca goleadora para el luso, que anotaba en todos los escenarios de Primera.

¿QUÉ OCURRIÓ?

El partido se jugaba a las 13.00 del mediodía, justo un año después del fallecimiento de Francisco Calzado 'Litri', por el que se guardó un minuto de silencio en su memoria antes de un choque excitante. El Arcángel estaba teñido absolutamente de blanquiverde. Había un claro partido emocional para generaciones de cordobesistas que contemplaban con sus ojos un partido como el que les contaron sus mayores. Muchos fueron a ver al Real Madrid... y se encontraron con el Córdoba.

Djukic alineó a Juan Carlos, Gunino, Crespo, Pantic, Edimar, Fausto Rossi, Deivid, Ghilas, Bebé, Fede Cartabia y Florin (Fede Vico 79'). Ancelotti replicó con una escuadra intimidante: Iker Casillas, Carvajal, Sergio Ramos, Varane, Marcelo (Coentrao, 71'), Khedira (Illarra, 63'), Kroos, James Rodríguez (Jesé, 80'), Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema.

Lo mejor de todo estuvo entre el minuto 2 y el 26. Ghilas anotó un penalti por manos de Sergio Ramos tras un trallazo de Bebé. En esos 24 minutos, hasta que llegó el empate de Benzema, el Córdoba tocó su techo histórico: iba venciendo al Madrid y se situaba provisionalmente en el puesto 14 de Primera. Menudo lujazo. Luego, tras el intermedio, el Córdoba resistió con firmeza y con un inusual aspecto solidario. Hubo una confluencia de intereses: los cedidos querían lucirse en el escaparate y otros miembros del equipo eran conscientes de que aquel era un momento único en sus carreras. Hubo entrega, emoción y orgullo. Y escándalo.

El gesto de Cristiano Ronaldo ante la Tribuna de El Arcángel tras su expulsión.

A Cristiano Ronaldo lo expulsaron por darle una buena patada a Edimar y varios manotazos a otros jugadores. El portugués, frustrado porque no le salía nada -le persiguió siempre el uruguayo Gunino, que ahora es conductor de ambulancia después de retirarse con 28 años, según reveló en una reciente entrevista-, pasó por delante de la Tribuna sacándole brillo al escudo, en un feo gesto. La bronca de la hinchada fue brutal.

Luego, al final, hubo penalti por manos de Fede Cartabia y Gareth Bale dio la victoria a los blancos. En aquel partido, el Córdoba fue más de Primera que nunca. Y en esos 24 minutos tocó el punto más alto en el escalafón del fútbol profesional en más de cuarenta años. El Arcángel vio, además, a CR7 marcharse sin marcar en este estadio. Todo apunta a que ya jamás podrá hacerlo.

¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?

Cristiano publicó un mensaje en las redes sociales donde pedía perdón por su expulsión ante el Córdoba. “Pido disculpas a todos y especialmente a Edimar por mi acto irreflexivo en el partido de hoy”, decía. De lo de la limpieza del escudo no dijo nada. Tampoco apareció este detalle en el acta arbitral. Solo lo recuerdan quienes desde sus asientos le vieron de frente, camino del vestuario.

Este arrepentimiento de la estrella portuguesa fue, como se esperaba, tenido en cuenta por el Comité de Competición para que la sanción se viera reducida: le cayeron dos partidos, que cumplió ante la Real Sociedad y el Sevilla. Su objetivo era estar en el derbi ante el Atlético y se salió con la suya. El Comité entendió que no hubo agresión al jugador del Córdoba, el Madrid no recurrió y la vida siguió para todos. Los blancos quedaron subcampeones.

¿Y el Córdoba? ¿Cómo le fue después de haber tocado techo histórico y hacer sufrir hasta el límite al Real Madrid? La segunda vuelta acababa de comenzar. En ocho semanas, el equipo de Djukic solamente había perdido contra el Barcelona y el Madrid. Llegaron refuerzos invernales. ¿Revulsivo? Ni hablar. Todo se fue a pique de un modo dramático. El Córdoba no ganó un solo partido más. Sólo agarró dos miserables empates para lograr 2 puntos sobre 54 posibles. Marcó 7 goles y recibió 40, ocho de ellos a manos del Barça para descender en El Arcángel (0-8) en el mes de mayo. Un auténtico desastre justo después de ese día en el que el cordobesismo vio lo nunca visto.