A principios de marzo en Liverpool empezaban los preparativos de celebración del título de Liga. Representantes del club acordaban con el ayuntamiento el dibujo de la rúa y los hoteles de Merseyside vendían las habitaciones a precio duplicado. Doce días después, el Arsenal confirmaba el positivo por coronavirus de su técnico, Mikel Arteta y la Premier League anunciaba la suspensión de la competición. Desde entonces, en Liverpool han asistido angustiados a una espera de tres meses que han alargado su agonía de más de 30 años para conquistar la corona.

Faltan 92 partidos para terminar la liga, pero el equipo de Jürgen Klopp puede dar el jaque mate al primer fin de semana, por si fuera poco en el derbi de Merseyside en Goodison Park. Antes, necesita que el Manchester City pierda este miércoles ante el Arsenal (21.15 h., DAZN), en el partido que marcará el pistoletazo de la vuelta a la competición junto con el Aston Villa-Sheffield United (19 h). El Liverpool, que solo ha dejado escapar una derrota, tiene la posibilidad de convertir el alirón en un resurgir imperial pudiendo arrebatar el récord de los 100 puntos establecido por el City de Guardiola hace dos años.

Rashford y Pogba refuerzan al United

El parón ha beneficiado la recuperación de notables de la Premier que arrastraban lesiones y que pueden dar giros inesperados en el tramo final del campeonato. Es el caso del cityzen Leroy Sané, pero también de los delanteros del Manchester United y el Tottenham, Marcus Rashford y Harry Kane, o del mediático Paul Pogba, que podría jugar sus primeros minutos junto a Bruno Fernandes, una pareja que genera grandes esperanzas en Old Trafford y los sitúa candidatos a estar entre los cuatro primeros.

La carrera por la Champions puede requerir una photofinish, con el Chelsea, United, Wolves y Sheffield separados por solo 5 puntos, seguidos del Tottenham y el Arsenal que necesitan llegar a Europa para salvar la temporada y sus respectivos proyectos. Sin competiciones continentales, podrían perder iconos como Aubameyang o Kane.

"No hemos tenido tiempo suficiente"

En la Premier, y a juzgar por las palabras del técnico del City, Pep Guardiola, los entrenadores creen que es demasiado pronto para la reanudación: Nos preocupa haber tenido solo tres semanas de entrenamientos, no hemos tenido tiempo suficiente respecto a las cinco o seis de Alemania o España.

Pero los equipos tienen que adaptarse a una nueva normalidad futbolística atípica parecida a LaLiga, con algunas particularidades. Durante el partido, los jugadores no llevarán mascarilla, deberán evitar escupir y rodear a los colegiados, cuando marquen tendrán una cámara de celebración y algunos estadios proyectaran las imágenes de fans siguiendo el partido en sus casas. Las camisetas incorporarán el lema Black Lives Matter y las siglas de la NHS, el servicio nacional de salud.

Entre las autoridades sanitarias preocupa la euforia que pueda desencadenar la vuelta del fútbol. Los clubs de la Premier se han salido con la suya para evitar jugar a estadios neutrales, una condición de la policía que generó polémica para evitar aglomeraciones. Pero el alcalde de Liverpool advierte: Pueden salir miles de aficionados a la calle y el riesgo está latente.