La comparecencia de hace unos días de Adrián Fernández Romero, consejero de Infinity en el Córdoba CF, dejó si no certezas, sí algunas pistas de por dónde irán los caminos para la confección de la plantilla blanquiverde de la temporada 2020/21. Fernández cifró en “ocho o diez” las incorporaciones previstas, aunque todo señala que se cubrirá esa decena. Todo dependerá de la capacidad de negociación en la planta noble de El Arcángel, en general, y del nuevo organigrama deportivo, anunciado en esa comparecencia.

Actualmente, el Córdoba CF cuenta con 16 jugadores con contrato en vigor, por lo que tendría cubierto el cupo de futbolistas sénior de la plantilla. Sin embargo, futbolistas como Víctor Ruiz, Sebas Moyano, Fernando Román o Zelu han estado cedido en otros equipos esta temporada y en el caso de los dos últimos podrían no volver a vestir la blanquiverde, ya que Román continuará en Marbella y Zelu continuar en el Logroñés en caso de que los riojanos logren el ascenso.

En el apartado de sub-23, sin embargo, el club de El Arcángel solo cuenta con un jugador para la próxima campaña: Edu Frías. El portero catalán tiene contrato hasta el 2022 y es el único que ocupa una de las seis fichas reservadas para los menores de 23 años, por lo que la mitad o casi la mitad de esa decena de incorporaciones de las que habló Fernández Romero será de futbolistas en proyecto y que buscan explotar en la categoría.

Esto conlleva a pensar que como mucho media docena de futbolistas, siempre dependiendo de otras negociaciones en marcha, sean sénior, por lo que el equipo capitaneado por Miguel Valenzuela tendrá que hilar muy fino. Esa media doceha de futbolistas, como mucho, estarían llamados a tener mucho peso en el equipo titular con vistas a mejorar el once inicial con respecto a la temporada que acaba de terminar, principalmente, en la defensa, ya que tanto en los costados como en el centro harán falta nombres nuevos que han de ser habituales.

Otro camino que dejó más o menos desvelado Fernández Romero fue el papel que debe tomar el filial cordobesista. Obligatoriamente ha de tener un desempeño protagonista en el primer conjunto blanquiverde, visto lo visto. La plantilla de Juan Sabas, que debe ser oficializado a lo largo de esta semana, se encuentra algo constreñida para su renovación en nombres y puestos, tanto por las fichas sénior y sub-23 como por los futbolistas que aún tienen contrato en vigor, de ahí que el segundo equipo blanquiverde deba experimentar una mejora, si se apura, aún mayor que la del plantel de Sabas.

Ese equilibrio entre fichas sénior y sub-23, contratos en vigor en la primera plantilla y la necesidad de tirar del filial obligarán al nuevo organigrama deportivo a un nivel de acierto inusual, al menos, en los últimos tiempos en el Córdoba CF. Y todo ello, con el objetivo ineludible de regresar al fútbol profesional. El propio Adrián Fernández Romero reconoció que «la intención es la de competir al máximo nivel y pelear por estar arriba. Haremos una revolución para mirar hacia arriba». La revolución podría quedarse a mitad de camino por la dificultad en los contratos, pero el objetivo seguirá siendo el mismo.