Dentro del mar de incertidumbres en el que bracea el fútbol español, el Córdoba CF Córdoba CFtrata de armar el esqueleto de su próximo proyecto. En los últimos días, con el polémico final de la competición como telón de fondo, el club blanquiverde se ha afanado en ajustar las piezas en su organigrama deportivo. Se deshizo, tirando ya por las bravas -el despido, tras no llegar a un acuerdo-, del director deportivo Alfonso Serrano. Fue el hombre que llegó de la mano de Jesús León -que ya no está ni se le espera- y que fichó como técnico a Raúl Agné, que tampoco sigue en el cargo puesto que fue destituido en el último partido que se disputó antes del cierre del campeonato por la crisis del coronavirus. El vallisoletano ya ha deslizado que llevará a la entidad a los tribunales para reclamar cantidades de un contrato que expiraba en 2021. También tomará la puerta de salida Jorge Rodríguez de Cózar, que ejercía como secretario técnico y que llegó con Serrano. "Entiendo que con Alfonso vine y que con él me iré", declaró el marbellí al digital deportivo Cordobadeporte. Si sale, el Córdoba se habría desprendido de director deportivo, secretario técnico y entrenador en apenas mes y medio.

Los sustitutos ya estaban ahí: son los que arribaron a El Arcángel con el grupo Infinity. Para el Córdoba, contar con los principales puestos deportivos ocupados a estas alturas del curso supone un avance sustancial. De hecho, en la etapa más reciente todo se había resuelto de manera disparatada: quienes debían contruir el proyecto llegaban tarde (o no llegaban nunca) y apenas existía continuidad ni línea de trabajo. A comienzos de mayo, el club tiene a Juan Rodríguez como director deportivo -y a Miguel Valenzuela como asesor del consejo-, a Juan Sabas para el puesto de entrenador de la primera plantilla y a David Ortega para coordinar, junto a Rafa Herrerías, la cantera.

La semana que viene se despejará el escenario. El Córdoba sabrá en qué categoría va a jugar, que será, si no se produce un milagro -invención de la Segunda B Pro o un play off ampliado-, la misma que en este curso cerrado prematuramente. El objetivo, obviamente, será el único posible para una entidad del rango del Córdoba: el ascenso. ¿Y el método? Con un mercado condicionado por la durísima crisis y el descenso de ingresos -partidos a puerta cerrada, freno a los abonos...-, el plan apunta al producto local y a los mercados de proximidad. Cantera propia y captura de talentos emergentes o elementos competentes en ligas no profesionales: Segunda B, Tercera y aledaños.

La clásica búsqueda de gente "con hambre" que le funcionó -deportiva, pero sobre todo económicamente- desde Florin Andone hasta Andresito, pasando por Sergi Guardiola, Javi Galán o Álvaro Aguado.