Recurrir al "espíritu de superación" propio del deporte es una de las principales recomendaciones que Paco Salinas (Bujalance, 1982) ofrece en estos tiempos complejos, en los que la pandemia del coronavirus ha alterado el mundo tal y como lo conocemos. Salinas es doctor en Ciencias del Deporte y está considerado deportista de alto rendimiento.

En su trayectoria ha cosechado más de 20 títulos nacionales en natación adaptada y cuando la actividad se detuvo estaba empeñado en luchar por una plaza enlos próximos Juegos Paralímpicos de Tokio, su gran sueño. La etapa de confinamiento ha alterado sus planes, aunque él se muestra "agradecido a la suerte que tengo de poder hacerlo junto a mis mujer y mis hijos", aunque "preocupado por nuestros mayores y por todos los que están en las calles y hospitales en primera línea de batalla".

"Estoy esperanzado en que cuando esto pase, que pasará, tengamos el aprendizaje y la fuerza suficiente para seguir adelante", indica Salinas, quien no duda de que los efectos de la pandemia se dejarán sentir "en todos los mundos”, y el deportivo "tendrá consecuencias a todos niveles, de rendimiento, de oportunidades y como para todos, también económicas".

"Pero si algo caracteriza en positivo a los deportistas es el espíritu de superación, la capacidad de sobreponerse a las derrotas", subraya. "La base de cualquier entrenamiento es caer y levantarnos, eso sí lo sabemos hacer muy bien... Así que confío plenamente en que todo podamos recuperarlo", añade.

El deportista bujalanceño reconoce que "quizá al principio tendremos miedo, son muchas víctimas en nuestros corazones y eso no lo podremos olvidar, pero nos necesitamos unos a otros y volveremos a abrazarnos sin miedo; quizá eso sea lo que cambie precisamente: haber entendido cuánto nos necesitamos".

Las repercusiones de la crisis en natación serán "tener las mismas dificultades que en el resto de deportes", dice Salinas, quien pone el acento en el factor humano para emprender el camino de vuelta hacia la normalidad. "Un ser humano es capaz de cualquier cosa si tiene un buen motivo, uno en el que crea y que sea poderoso", dice.

"Si entendemos el confinamiento sólo como una medida preventiva, con el tiempo y la dureza, la fuerza de ese motivo se irá desvaneciendo, y con ella la nuestra", explica Salinas, que opta por una estrategia de refuerzo mental: "Si le ponemos nombre a cada minuto de nuestro esfuerzo, si cada vez que se nos hace duro pensamos que estamos salvando la vida de nuestra madre, de la de ese amigo que tanto querías o la de tu propia pareja... Ese motivo no se desvanecerá con el tiempo, y por tanto nuestra fuerza tampoco".

Paco Salinas resalta que es "muy importante no pensar solo en cifras" porque "nos pueden hacer olvidar que detrás de cada número hay un ser humano, una historia, una vida".