Enclaustrado en su domicilio, rodeado de los suyos y haciéndose preguntas sobre el futuro que aguarda tras la pandemia del covid-19. Rafael Lozano (Córdoba, 1970) vive la etapa del confinamiento con resignación y buscando en la unión familiar el sustento anímico para resistir. "Me siento un privilegiado por poder estar pasando todos estos días junto a ellos", afirma convencido el exboxeador cordobés, el mejor púgil olímpico español de todos los tiempos (medalla en Atlanta 96 y Sidney 2000) y actual seleccionador nacional.

La crisis sanitaria le sorprendió en Londres, donde al frente del equipo español pugnaba por clasificar a sus jóvenes talentos para la cita de Tokio. El certamen acabó suspendido. Fue su última actividad en competición. Desde entonces, tras regresar a España, espera el momento de retomar la rutina. "Aunque la verdad es que el golpe que está recibiendo el mundo del deporte es duro, con el aplazamiento de los Juegos de Tokio 2020 estamos respirando ya que nuestro equipo es joven", indica el cordobés, que resalta que "cada deportista está intentando sacar lo mejor de sí mismo" en unas circunstancias que sacan a relucir "la parte más humana". "Están entrenando lo mejor que pueden, aunque de forma muy limitada todos ellos", admite.

Lozano tiene la impresión de que tras el fin del estado de alarma, la normalidad tomará un rumbo distinto. "Al principio lo notaremos, pero no estaría mal cambiar un poco la distancia social; entiendo que no sería nada malo", subraya el técnico, quien pone el ejemplo de los países orientales. "La distancia en el saludo y sobre todo la disciplina en la que son educados hace que en momentos tan difíciles como estos se pueda salir adelante mas eficazmente", apunta.

El camino que a partir de ahora pueda tomar su disciplina, el boxeo, será "el que nos marque el CSD (Consejo Superior de Deportes) pues son los que bajo el Ministerio de Sanidad dictarán el futuro de todos los españoles", aunque "desde la Federación estamos trabajando en un protocolo para la organización de nuestros eventos".

Para un deportista que ha construido su vida en una modalidad tan sacrificada y exigente como el boxeo, la experiencia de un confinamiento le resulta "dura" porque "es algo que ni te imaginas" y ante la que "no sabes cómo puedes reaccionar". ¿Su recomendación? Rafa Lozano lo tiene claro: "Mi consejo es disfrutar de la familia, créeme que te hablo de primera mano".

"Nosotros somos siete conviviendo en un pisito de tres habitaciones con mayores, adolescentes y niños pequeños", relata, poniendo el acento en "lo importante que es poder vivir estos momentos en familia", y siempre agradeciendo el escudo protector de "los sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, personal de transporte, personal de supermercados, voluntarios... que están sacrificando el poder estar con su familia día a día por ayudarnos a tener lo necesario en nuestros hogares".