«¿Qué abono sacamos?», se preguntaba el sábado en estas páginas Javier González Calvo, consejero delegado de la era Infinity en el Córdoba CF. No parece fácil la postura a tomar, ya que El Arcángel permanecerá vacío, a priori, hasta el próximo enero. Cuadrar un nuevo presupuesto, confeccionar una nueva plantilla, buscar ingresos… ¿Cuáles serán los correspondientes a los socios para al temporada 2020/21?

Tras consultar a más de una veintena de aficionados podría decirse que los fieles, los clásicos, «los de siempre», no solo no reclamarán por los cinco partidos no celebrados esta temporada, sino que tienen intención de mantenerse al lado del club de toda su vida. Incluso alguno que debía limitar en los últimos años la economía y pasó del abono normal al simpatizante, como José Ojeda, propone al club «una campaña para potenciar el carnet de simpatizante antes de que empiece la Liga o que se hagan distintos tipos, dentro de esa categoría y que en cada uno de esos niveles se pague una cantidad».

Amador Martínez tampoco duda en renovar su abono, porque «se es cordobesista a las buenas y a las malas», aunque entiende que «los precios estarán sujetos al espectáculo, que en este caso no podrá verse» y recuerda que, sobre todo con esa nueva categoría que podría crearse, «las televisiones son las que deberán soportar esa merma en el número de abonados o en el dinero ingresado por ellos». Asimismo, entiende que el propio club debería ser dinámico y «ver cómo se desarrolla la temporada por si esta situación cambia». Parecida es la opinión de Fernando Sánchez, que recuerda que «hay cordobesistas que viven fuera de Córdoba y no pisan el estadio, ¿por qué no vamos a poder hacer nosotros lo mismo?», se pregunta, reafirmando que «es mi club en las buenas y en las malas».

Isaac Marcos, de la peña Cordobamanía, cree que «hay varias cosas que se pueden hacer y el departamento de márketing debería ir trabajando ya en ello», porque «yo, mientras pueda, me lo sacaré siempre, hay que ayudar al club». Pedro Fernández es uno de esos abonados que renueva su carnet a pesar de llevar mucho tiempo viviendo fuera de la ciudad, a 400 kilómetros, y no duda en renovar. Además, entiende que «si ellos nos sacaron de una situación difícil», en referencia a los actuales dirigentes, “creo que debemos poner nuestro granito de arena».

Jesús Riaño asegura que renovará «mi abono y el de mi hijo», porque entiende que «ser cordobesista es así, siempre y cuando la economía me lo permita, que en este caso me lo permite», aunque entiende que «muchos abonados no podrán», precisamente por ese motivo, de ahí que sugiera «para algunos casos, poner un precio de abono más barato, más económico o casi simbólico».

«Estamos deseosos de fútbol», reconoce Laura López, perteneciente a Atucor, asociación tuitera cordobesista. «En la familia somos tres los que renovaríamos» y sugiere «un precio más reducido que otros años y, cuando nos permitan ir a ver los partidos, que se organicen viajes económicos para que los socios puedan ir a los partidos de fuera y así ‘recuperar’ partidos perdidos».

Nacho Torres no solo tiene claro que renovará su abono y el de su mujer, sino que también «el bebé que viene en camino y que nacerá en septiembre». La base de esa renovación, como la de todos, es la del «sentimiento» y sugiere un «premio» en forma de rebaja para «los abonados de este año, que también han tenido que perderse unos pocos partidos». Además de recalcar lo anterior, Esther López sugiere «ofrecer en el mismo precio del abono un canal de TV para que los socios podamos ver entrenamientos y eventos».

Javier Martínez es un claro ejemplo de la tradición que se vive en no pocas casas en torno al compromiso con el Córdoba CF. Tendrá abono la próxima temporada «porque es el regalo de mi padre por mi cumpleaños, todos los años. Abonarse al Córdoba, no es negociable», asevera, y sugiere para la próxima temporada «dos abonos distintos: uno para la primera vuelta, a un precio determinado, y otro para la segunda vuelta a un precio más barato si has sacado el de la primera vuelta».

Tamara Figuerola, de la peña Sentimiento Blanquiverde, también es una de esas seguidoras y abonadas desde la primera infancia, por lo que reconoce que «muy probablemente me lo sacaría y también mi familia. El Córdoba CF es una parte primordial de mi vida y el carnet de socia va conmigo igual que llevo el DNI». Tamara sugiere «abrir la campaña de abonos cuando se acerque la apertura al publico», algo que ve «logico para el ‘socio/consumidor’, ya que compra cuando va a disfrutarlo».

Rafael Cruz lleva más de 40 años como abonado, otro cordobesista «de herencia». Cruz no duda en renovar su compromiso con el Córdoba CF, al que «no reclamaré por los partidos de esta temporada». Además, sugiere «ver partidos hasta enero en casa, para facilitar a los socios poder verlo por internet o a través de la colaboración con una empresa local como PTV, que tiene canal TDT». Finalmente, su postura se basa en que «el proyecto debe ser gestionado por Infinity, dudo que fuera posible con otros propietarios».

Finalmente, Antonio Garcés, perteneciente al Sindicato de Accionistas Minoritarios del Córdoba CF, entiende que su renovación «es una manera de ayudar a nuestro club», ya que «es un sentimiento». Para él, el Córdoba CF «es un club de fútbol convertido por obligación en sociedad anónima, por lo que los que aún pensamos que no pertenece a nadie, sino al cordobesismo, apoyaremos económicamente». Garcés sugiere que haya opciones «para las personas que tienen dificultades económicas. Quizás una buena medida sería volver a dar facilidades de pago en el abono al cordobesismo».