El fútbol que viene será a puerta cerrada. El núcleo duro de los seguidores del Córdoba CF Córdoba CFno sabe cuándo podrá volver a ocupar su lugar natural, la grada de El Arcángel -y la de cualquier recinto en el que los suyos comparezcan-, mientras asiste como atónito espectador al cambalache de un final exprés de las competiciones de Segunda División B y Tercera. Se trata de las hermanas pobres del fútbol español, unas divisiones "no profesionales" que dependen de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a las que Luis Rubiales -desmintiéndose a sí mismo en una cuestión que puede tener tintes electoralistas- quiere dar una salida.

Su solución es un problema. Si la lleva a cabo -play off de ascenso sin terminar la liga y supresión de los descensos-, se le amontonarán impugnaciones de los "agraviados". Una anulación definitiva de los campeonatos, que arrancarían de cero o desde donde se suspendieron -según las fechas que ordenen las autoridades sanitarias-, planea en el escenario.

¿Y qué dicen los aficionados? Mientras el Córdoba CF aguarda el desenlace del sistema para terminar el campeonato, los seguidores manejan sus propias preguntas y van sospechando las respuestas. Para ellos nada va a ser igual que antes.

"Nos movemos entre la esperanza y el miedo, porque no sabes lo que puede salir de aquí, ojalá salga algo mejor, pero no sabemos cómo pueden reaccionar la sociedad y el mundo ante un problema de este calibre", reflexiona Antonio Sánchez, presidente de la peña Cordobamanía. ¿Y el fútbol? "Estoy en varios grupos de whatsapp de cordobesistas y es curioso porque se habla bastante poco de fútbol", admite.

Sánchez recuerda que "siempre se dijo que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes" y entiende que "ahora ha quedado en segundo plano". "El fútbol es de la gente y hay que disfrutarlo en el campo, pero se vé que no será posible hasta dentro de un tiempo", dice Sánchez, que ve con resignación una situación "ante la que poco se puede hacer más que aceptarla".

Antonio Sánchez, en el centro, acompañado por miembros de la Peña Cordobamanía.

Sobre el asunto de terminar la temporada por una vía exprés, sin tener claras las fechas en las que se podría jugar -ni la fase de aclimatación previa de los futbolistas-, Sánchez no ve un consenso claro. "Es complicado por el tema de calendario y porque los contratos terminan el 30 de junio, por lo que si se prolonga la fecha habría que tener acuerdos; eso obligaría a abrir ventanas de fichajes fuera de fecha y se empalmaría una campaña con la siguiente", subraya.

Para Antonio Sánchez, el fútbol "es un reflejo de la sociedad" y la pandemia del covid-19 tendrá un fuerte impacto en él. Se avecinan tiempos de complejidad extraordinaria. "Se han venido manejando cifras brutales y eso creo que va a cambiar", dice el presidente de Cordobamanía, que augura "un duro revés" para la economía en general. "No creo que el fútbol vaya a desaparecer, ni mucho menos, pero sí tendrá bastantes modificaciones", apunta, señalando que se percibirá de otro modo en comunidades deportivas de calado más localista.

"Para los que somos aficionados de clubs que no son el Madrid y el Barcelona, el hecho de la pertenencia es bastante importante. Nos definimos como cordobesistas el día que estamos en El Arcángel y abrazamos a una persona que no conocemos de nada, pero que es de los nuestros", reflexiona.

Para Sánchez, después de que la vida recobre su curso normal se podría producir un renacer del sentimiento cordobesista, porque "no podemos competir por títulos", pero "sí por cercanía" y por "sentirnos parte del club". "Ahí sí ha habido un daño fuerte por la gestión de los presidentes anteriores, a los que no quiero nombrar; eso ha hecho que muchos aficionados nos hayamos sentido alejados del Córdoba por sus formas", dice.

"Una vez que pase todo esto creo que los clubs posiblemente tengan que reinventarse", puesto que "hay una tendencia en los últimos años que va a revertir: el público en los estadios era cada vez menos importante, porque los ingresos venían de patrocinios y televisión". Según su opinión, el respaldo de las ciudades y los aficionados locales será basico para los equipos modestos. "Volverán los ingresos de los abonados, las taquillas... En cierto modo, se recuperará una economía más local y los clubs que tengan el apoyo de sus ciudades serán los que estén en disposición de ir creciendo", apunta.

En el caso del Córdoba, además, toda esta crisis global ha coincidido con un cambio histórico en la propiedad, con la llegada del grupo Infinity y el capital de Baréin. "A ver lo que sale con estos inversores, espero que sienten unas buenas bases y que no se quede todo en palabras: los proyectos se demuestran con hechos y ahora hay una oportunidad para implantar los cambios que el Córdoba necesita, más allá de los resultados de cada domingo".

En cualquier caso, las circunstancias que se están atravesando generan un porvenir repleto de incertidumbres. "Me gustaría que en un futuro hubiera clubs más cercanos a la gente y en los que el aficionado tuviera mayor protagonismo, sobre todo en entidades como el Córdoba, ya que el fútbol sin afición no es nada y el club estaba viviendo en una nube, alejándose de la gente".