En casa, con la familia, observando con estupor lo que está sucediendo y extremando las medidas de protección para mantenerse a salvo de la pandemia del covid-19. Como todo el mundo. Jesús Álvaro, jugador del Córdoba CF, asegura que "nunca" pudo "imaginar que algo así pudiera suceder", aunque admite que después de ver los casos en China empezó a hacerse "a la idea" de lo que estaba por venir y que, desgraciadamente, vino. Y para quedarse un tiempo.

"Parece una película de miedo, aquí la realidad supera a la ficción", confiesa el futbolista en unas declaraciones difundidas por el departamento de comunicación del club blanquiverde. "Es una pena por el tema de salud. A mí por suerte no me ha tocado cerca, pero me pongo en lugar de los familiares de las víctimas. Es todo una locura", indica.

El futbolista, de 29 años y natural de la localidad de Icod de los Vinos (Tenerife), aconseja estar "mentalmente fuertes" desde su confinamiento en su domicilio canario. "Nos puede quedar más tiempo del que llevamos hecho, así que pasamos el tiempo en casa y con la familia, que tengo dos niñas", dice.

"El primer caso fue en La Gomera. A los italianos les gusta mucho ir a Tenerife, lo comenté con mi padre. A los pocos días empezaron a darse casos. En los sitios de turismo se ha notado", manifiesta Álvaro, que desvela que tiene familiares "en la rama de la sanidad" y que le transmiten que la situación "está controlada pero es muy complicado el día a día".

El objetivo deportivo, intacto

Después del periodo de inactividad competitiva y los estragos físicos de la reclusión en casa, Jesús Álvaro reconoce que "seguramente necesitemos una semana o dos" para coger una forma idónea. "Lo que queremos todos es acabar la temporada, la verdad. Con todo lo que nos ha pasado este año, espero que podamos cumplir lo que queremos todos, que es clasificarnos para el play off y ascender", recalca.

"El entrenador tiene que estar flipando, ha entrenado dos días y a casa", subraya el jugador sobre la peculiar situación de Juan Sabas, que llegó como sustituto de Raúl Agné para el banquillo. "Habrá que adaptarse lo más rápido posible. Tenemos ganas de estar ahí con los compañeros, con el técnico, ponernos al día, ser esponjas y poder tocar el césped otra vez", insiste el zaguero tinerfeño.

El desafío sigue intacto. "Hay que acabar la temporada y si hace falta se juega en verano. Se aplazará un poco, pero hay que acabarla aunque sea jugando entre semana. Tenemos un objetivo muy claro y vamos a ir a por todas", concluye el defensa.