Javi Sánchez juega ahora otro partido, mucho más importante. El futbolista del Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad se ha incorporado a un puesto como técnico de radioterapia y cumple así su sueño de "ayudar desde dentro" en medio de unas circunstancias extraordinaria. La crisis por la pandemia del coronavirus ha activado todos los resortes del país para reforzar su plantel de sanitarios y en este contexto ha llegado el momento para Sánchez, cuya trayectoria vital le confiere una peculiar sensibilidad para llevar a cabo una tarea profesional para la que estudió durante los últimos años. Pensaba dedicarse a ella de lleno a partir de la próxima temporada, pero los desgraciados acontecimientos han precipitado sus planes.

Sánchez tuvo que superar un cáncer linfático cuando tenía 18 años y lo hizo de la mano del deporte que ama. Su padre, Manuel Sánchez Barona, ha sido uno de los grandes impulsores del fútbol sala en Córdoba desde la presidencia del Adecor. En lo deportivo, su hoja de servicios resulta intachable. Ha tocado todas las categorías nacionales y siempre ha dejado el sello de su fórmula, que combina talento y esfuerzo aderezados con un carácter de servicio al colectivo que le hace ser un elemento especialmente apreciado por los entrenadores.