En un reciente homenaje de Movistar+ a Andrés Montes por el décimo aniversario de su fallecimiento, varios jugadores españoles explicaban el mote que recibieron del malogrado comentarista en sus transmisiones televisivas de la NBA. El que Montes inventó para José Manuel Calderón (Villanueva de la Serena, 1981), fue el de Mister Catering, un apodo bien recibido por el propio jugador y de los que hizo más fortuna.

Definía mejor que nada las virtudes del base extremeño sobre una cancha: su capacidad de distribuir y hacer jugar al equipo, las asistencias, las bandejas y los triples con los que daba valor a su juego. También le otorgaba una jerarquía. No todos tenían espacio en el imaginario de Montes. Calderón estuvo entre los pioneros en probarse en la mejor Liga del mundo, la NBA, después de triunfar en Vitoria. Fue el cuarto español tras Fernando Martín, Pau Gasol y Raúl López, en una época en que no era tan habitual como ahora la presencia de jugadores estadounidenses en la Liga.

Calderón ha apurado la posibilidad de recibir una llamada para estirar su carrera. «El objetivo era llegar a las 15 temporadas», explicaba no hace mucho en una entrevista en el diario AS, después de prepararse a conciencia, como cada verano, en Villanueva de la Serena.

La familia como prioridad

Pero durante ese tiempo, ha acabado de asumir la realidad. Con el regreso a Europa descartado, en la balanza entre mantenerse en un rol secundario en alguna franquicia con nulas perspectivas o su familia, esta ha acabado de ganar la partida. «Ahora les toca a ellos», afirma, dándose carácter oficial a su retirada. Junto a su mujer y sus tres hijos, todos nacidos en Estados Unidos, se acaba de instalar en Nueva York, ciudad donde quiere que continúen sus estudios. Al tiempo, le ha surgido una excelente oportunidad de seguir ligado a la Liga estadounidense, trabajando como asistente especial de Michele Roberts, directora ejecutiva ejecutiva de la NBPA, el sindicato que representa a los 450 jugadores profesionales de la NBA. Es un puesto creado para él, que Calderón podrá modelar a su conveniencia.

Trayectoria espléndida

No sería justo el recuerdo ahora del base extremeño en esta última temporada en los Pistons, donde apenas tuvo relevancia. Un año menor que los juniors de oro, participó en algunas de las conquistas de la mejor selección, como el oro mundialista de Japón, las tres medallas olímpicas (las platas de Pekín-2008, Londres-2012 y Río-2016), el oro europeo de Lituania-2011, las platas de Suecia-2003 y España-2007 y el bronce de Eslovenia-2013. En los Toronto Raptors alcanzó la categoría de ídolo en sus ocho temporadas. Luego pasó por Pistons, Mavericks, Knicks, Lakers, Hawks, Cavaliers y de nuevo los Pistons.

Como bien recogía la web Hoopshype, solo tres bases no estadounidenses acreditan 14 temporadas en la NBA: Steve Nash, Tony Parker y Calderón. No hay mejor referencia para avalar una carrera.