Es bueno que preguntes, se dicen muchas cosas, empezó diciendo un Zidane que se tuvo que lidiar con una comparecencia casi monopolizada por el asunto Bale, que volvió a dejar dudas en una entrevista en Inglaterra sobre su futuro de blanco.

Está aquí y se entrena, pero cuando tiene algún problema no está disponible. No hay lío, cuando él puede está metido en jugar bien para el equipo, cuando no puede, no puede. Está aquí porque creo que está contento, él nunca habla de marcharse, explicó el técnico del Madrid en una decena de cuestiones sobre las palabras del galés.

LA REVELACIÓN DE BALE

Bale, un año y medio después que el resto del mundo, parece haberse percatado de que no es el objeto de deseo que fue una vez para Florentino Pérez y el madridismo, en la misma medida que el fútbol ya no es la fuerza motriz de su existencia, como una vez lo fue. Cuando tienes 18 años sueñas con el fútbol, pero cuando lo has estado haciendo durante tanto tiempo eso desaparece, dijo Bale en una entrevista esta semana en The Telegraph que se publicó bajo el titular: No presto atención a las noticias, ni siquiera sé quién es el primer ministro, y en la que repasaba sus planes de futuro: Estoy en un momento de mi carrera en el que necesito pensar en cosas más allá del fútbol porque, la retirada es muy larga, reconocía.

Zidane no parece atender a cuestiones que se escapan de las paredes de Valdebebas. Estuvo fuera con permiso del club, por un tema personal, y no hay ningún problema. Puede hacer lo que quiera e ir con quien quiera, dijo el técnico antes de cerrar filas entorno a su equipo, una tarea en la que el francés parece poner toda la ilusión que le falta a su estrella galesa. Lo de fuera no ayuda, es importante para la plantilla y para el club, no nos van a enfrentar. Está aquí y creo que está contento, intentó culminar un Zidane que se esfuerza por transmitir unidad. Tendréis que preguntarle a él, terminó diciendo, aunque sin crispación, tranquilo.

RELACIONES DISPERSAS

Lo cierto es que la relación entre Zidane y Bale no es ejemplar desde la primera etapa del francés en el Bernabéu, pero para el atacante ha explotado después quedarse fuera de la convocatoria ante el Brujas: Yo hablé con él y con James ese día, no hay más, intentó aclarar Zidane. Aparentemente fue por descanso, antes de tres semanas de baja (no jugará ante el Leganés y todo apunta a que tampoco el fin de semana ante el Betis), sin parte médico del club, tras jugar con su selección. Todo sucede en un momento en el que un puesto de titular aún llevaba el nombre de Bale tras el desastroso mercado de fichajes del club, pese a que su rendimiento está lejos de su sueldo de superestrella. Es jugador del Madrid y yo estoy contento de que esté con nosotros, zanjó Zidane la cuestión.

Los motivos para salir que llegan desde los círculos galeses de Bale no son nuevos: falta de reconocimiento de la afición, ausencia de respaldo del club y pérdida de interés; nada que no sucediera ya en verano, cuando el club y el entrenador estaban desesperados por vender al galés. Si se va mañana, mejor que pasado, llegó a decir Zidane en pretemporada, cuando el galés aseguró tener una oferta de China, sin prestación económica para el Madrid, de procedencia similar a la que ahora reaparece para darle una vía de escape. Una buena venta de Bale parece, a estas alturas, una tarea imposible.

SEMANA DE SUPUESTA TRANQUILIDAD

Entre tanto, el equipo blanco recibe al Leganés tras un fin de semana libre, con el Clásico aplazado, indemne por las circunstancias de la primera semana decisiva del curso. Tras el colista de La Liga, llegará al Bernabéu el Betis, penúltimo, y el Galatasaray en Champions, tres partidos para asentar al equipo, si las polémicas lo permiten.

Vuelven Modric y Lucas Vázquez, Benzema duda, acabó con problemas en Mallorca, jugó dolorido en Turquía ante el Galatasaray y entrenó a menor ritmo que sus compañeros, entre lo que no estuvo James, disfrutando de las primeras horas de vida de su segundo hijo. Tampoco Bale.