Entre un ambiente de nerviosismo y ansiedad histérica, el Atlético encontró, ya en el tramo final y sin merecerlo demasiado, un gol salvador de Morata que le aclara el futuro al equipo en Champions, le da un respiro a Simeone y una buena dosis de tiempo para que el equipo encuentre el camino del crecimiento porque la imagen no fue alentadora.

Simeone, que se encomendó a su antiguo recurso de los cuatro centrocampistas y, sin Joao Félix, eligió a Correa por delante de Morata; no consiguió disipar las dudas sobre el último mes plagado de empates. El partido careció de ocasiones, con un Atlético a medio camino entre la impotencia y la falta de ambición ofensiva, con el buen sabor final de la victoria tras un partido poco alentador.

La tarde en Madrid era desapacible y plomiza, pero el partido empezó con la efervescencia que necesita el Leverkusen para brillar, con dos defensas adelantadas y con un intercambio de ataques constante, sin llegadas, que favorecía al equipo que lo propuso, el del visitante Peter Bosz.

Lesión de Giménez

Cuando el Atlético aún no había encontrado su espacio en el partido, con Koke alternando entre posiciones de ataque y sin la incidencia en el juego que nunca encontró; cuando Giménez se tuvo que ir al banquillo lesionado. Al contrario, la jerarquía y la solvencia, con y sin el balón, de Felipe en el centro de la defensa fue una buena noticia para Simeone.

Casi fue como un acicate para un Atlético, que arreció en la presión para encontrar los errores que suelen mermar el rendimiento alemán. Así impuso su partido y casi encontró una ocasión, entre Correa y el portero visitante, pero estuvo lejos de poder decir que generó peligro y no hubo más espectáculo. Más bien, los atléticos se tuvieron que contentar con reducir al mínimo los sucesos en el partido y esperar una ocasión.

El protagonismo de Lodi

El equipo alemán encontró fútbol cada vez que la elegancia de su gran talento joven, Kai Havertz, desplegó su poderosa carrera. Los de Bosz encontraron menos soluciones en el ataque ante la defensa en estático atlética, pese a los problemas de Lodi para contener a Bellarabi.

El lateral brasileño del Atlético llegó al grado de tentativa en su intento de maquillar con buenas apariciones en ataque su desastroso partido en defensa (al final lo consiguió con la asistencia del gol). Un disparo suyo fue todo el bagaje rojiblanco al descanso, pero su flanco siguió siendo una mina para Havertz y los alemanes, que no dejaron de ir al ataque todo lo que el Atlético le permitió.

Cambios entre el nerviosismo

La espesura en el juego atlético no desapareció tras el descanso, entre vertiginosos contragolpes del Leverkusen. Simeone no deshizo el cemento armado del centro del campo con su segundo cambio, Lemar por Correa, entre pitos incipientes; sí lo acometió con el tercero, con 20 minutos por delante: Morata por Koke, con división de opiniones.

Con todo y con eso, el partido tendía hacia una resolución deprimente, con predominancia de las errores sobre los aciertos, pero apareció Lodi en su mejor versión, la ofensiva, y encontró a Morata con un buen centro que el delantero alojó en la portería rival.

El gol fue inesperado y sacudió el partido, que se convirtió para el Atlético en una defensa desesperada del resultado, embotado en su área en torno a un Oblak que terminó asediado por el Leverkusen.

Ficha del partido:

ATLÉTICO 1

LEVERKUSEN 0

Atlético de Madrid: Oblak (6); Trippier (5), Felipe (7), Giménez (sc), Lodi (6); Koke (4), Herrera (5), Thomas (5), Saúl (4); Correa (4), Costa (4). Técnico: Diego Simeone (5). Cambios: Hermoso (6) por Giménez (m. 14), Lemar (7) por Correa (m. 61), Morata (7) por Koke (m. 70)

Bayer Leverkusen: Hradecky (6); Weiser (4), Tah (5), S. Bender (6), L. Bender (5); Bellarabi (6), Baumgartlinger (6), Demirbay (5), Amiri (6); Havertz (7); Volland (4). Técnico: Peter Bosz (5). Cambios: Paulinho (5) por Havertz (m. 75), Alario (sc) por Demirbay (m. 83), Dragovic (sc) por S. Bender (m. 91)

Goles: 1-0 (m. 77) Morata remata de cabeza un centro de Lodi.

Árbitro: Artur Manuel Soares Dias (7), portugués.

Tarjetas: Bellarabi (m. 37), Koke (m. 53)

Estadio: Wanda Metropolitano. Espectadores: 56.766