Lionel Messi dedicó a todo el vestuario azulgrana la Bota de Oro que le acredita como el máximo goleador de las ligas europeas de la temporada 2018-19 y destacó que, sin sus compañeros, no habría conseguido ninguna de las seis que ya tiene en su poder.

Messi quiso agradecer la ayuda del equipo, representado en el acto por Luis Suárez y Jordi Alba, en la consecución del galardón. "Luis (Suárez) y Jordi (Alba) son dos grandes culpables de que hoy pueda recibir este premio un año más. Sin mi equipo, sin mis compañeros nunca hubiera podido conseguir ni siquiera uno. Aunque me toca recogerlo a mí, es un reconocimiento para todo el vestuario", afirmó el 10 del Barça.

En la Antigua Fábrica de Estrella Damm, un escenario que ya se ha convertido en un clásico del premio, Messi recogió su tercera Bota de Oro consecutiva, algo que no ha logrado ningún otro futbolista en la historia.

Nadie -el portugués Cristiano Ronaldo es el que le sigue más de cerca con cuatro- tiene tampoco las seis que ya acumula el astro de Rosario. La última, tras las de 2009-2010, 2011-2012, 2012-2013, 2016-2017 y 2017-2018, llega después de los 36 goles marcados en LaLiga la temporada pasada, tres más que los logrados por el francés Kylian Mbappé con el PSG.

LA IMPORTANCIA DE LA LIGA

En el plano colectivo, Leo Messi confía en poder levantar en el nuevo curso su quinta Liga de Campeones con el Barcelona, aunque precisó que la Liga sigue siendo el título principal, porque es el que marca la regularidad. "Obviamente la Champions es algo especial y todos los años la queremos ganar, pero somos conscientes de que la Liga es lo más importante, pues es muy difícil competir bien en la Champions si no estás bien en la Liga", declaró.

La gala, que para esta ocasión incluyó un número de contorsionismo incluido en el nuevo espectáculo del Cirque du Soleil 'Messi10', finalizó con la entrega de la Bota de Oro, que el astro argentino recibió de manos de sus dos hijos mayores, Thiago y Mateo.