Todo apunta a que la prueba de Luis de la Fuente, esta a la que llamó «final» en la previa del amistoso ante Alemania, debió ser fructífera para él, tanto por lo visto en cada uno de sus jugadores como en lo que pudieron demostrar en una primera media hora en la que hubo brillantez. Una llegada de Fran Beltrán, otra de Dani Olmo, una gran ocasión de Fran Torres y el gol, a los diez minutos, dejaban a las claras la gran puesta en escena de una España sub 21 que dio continuidad al golazo de Manu García, desde la frontal, durante muchos minutos. Dani Olmo se erigió en uno de los referentes del equipo y un suplicio para los alemanes, que ya entonces apuntaban la manera en la que iban a parar la maquinaria de La Rojita: físico y faltas, muchas faltas. Pero los chavales de De la Fuente siguieron. Dani Olmo pudo aumentar el marcador en el minuto 24, pero el disparo se le marchó cruzado.

El Arcángel disfrutaba con las triangulaciones de La Rojita, pero poco después de la media hora encajó un gol tonto. Un saque de esquina, varios toques de cabeza con uno final de Pedrosa que le salió hacia atrás, en donde esperaba, solo, Schlotterbeck, que superó a Andrés Fernández sin dificultad. Acusó el gol La Rojita, que apenas pudo hilvanar hasta el descanso una jugada equiparable a algunas de las que se vieron en la primera media hora.

La segunda parte se jugó, en general, al ritmo que impuso Alemania: sin grandes ocasiones, salvo una para los visitantes y con un juego que nada tenía que ver con lo visto en la primera media hora por parte de España. Entraron, entre otros, Gonzalo Villar y Andrés Martín, que cambiaron, al menos momentáneamente, el ritmo gris que había tomado el encuentro. Apenas fue un espejismo, ya que La Rojita acumuló un par de ocasiones más en las que falló tino en los últimos metros.

Echó de menos La Rojita haber convertido alguna opción más en aquel primer tercio en el que pudo, incluso, resolver el encuentro. En todo caso, un buen ensayo para Luis de la Fuente.