Cristina Morales trasmite cercanía y, sobre todo, una dosis alta de sencillez y humildad. Es campeona del Mundo de kick boxing, pero luce el cinturón que acredita el título con timidez y sin el más mínimo atisbo de alarde. Es la grandeza de los deportistas de elite. Este sábado estará en Encinarejo, su pueblo, para defender lo conseguido el pasado marzo en Francia. Sueña con ver el pabellón lleno y festejar la victoria con los suyos.

--Ha llegado el momento. El sábado defenderá el título mundial en su pueblo, en Encinarejo. ¿Cómo -espera encontrarse el pabellón Rafael Lozano?

--No quiero pensarlo, las entradas se agotaron hace dos días y lo cierto es que tendré por primera vez en mi carrera deportiva el apoyo de Encinarejo de Córdoba, de mis familiares y amigos de forma presencial. Espero un pabellón que sé que se volcará en apoyarme.

--Mujer, una disciplina poco conocida en España, … Imagino que no ha sido fácil llegar hasta donde ha llegado.

--No ha sido fácil, aunque la disciplina del deporte de contacto crece por días el deporte femenino no tiene el reconocimiento que el masculino, pero está creciendo por días. Lo vemos en el fútbol, y hoy por primera vez aquí en Córdoba. Me motiva y me ilusiona el crecimiento del deporte femenino.

--Decía el miércoles en la presentación en el Ayuntamiento que empezó hace 10 años a entrenar. ¿Por qué kick boxing?

Me lo recomendó un amigo. Siempre fui deportista, de fútbol y cualquier deporte, pero éste concretamente me gustó mucho más. Es un deporte completo, con disciplina y valores que me aficionaron muy rápido.

--Usted es madre. ¿Es un elemento a favor o en contra para mantener el nivel en este deporte?

--Soy madre por partida doble, tengo un hijo de 5 y otro de 2 años, estudié psicología y me especialicé con el máster de psicología deportiva, y fue aquí donde aprendí que no es un inconveniente ser madre y deportista profesional. De hecho, sobre eso trató mi trabajo de fin de grado, pero no voy a ocultar que la responsabilidad y el tiempo que supone tener dos hijos a veces juega en mi contra, en mi descanso o en mi entrenamiento, pero es un obstáculo que supero diariamente.

--Recordemos cuando en marzo obtuvo el título mundial. ¿Creía que podía conseguirlo?

--No, realmente nunca fui consciente de esa posibilidad, pero si es cierto que trabajé mucho para conseguirlo.

--¿Por qué ha elegido Encinarejo?

--Porque es mi casa, he luchado en China, Francia, Marruecos, Italia y muchos países, he luchado en mis inicios en Córdoba, pero jamás a 300 metros de mi casa.

--¿Ha sido difícil encontrar apoyos?

--Aquí me explico, Miguel Ruiz Madruga y su equipo en la alcaldía de Encinarejo de Córdoba han puesto más de lo que sus posibilidades les permitían, hemos encontrado apoyos en empresas locales y provinciales que nos han ayudado a conseguir pagar las tasas de un campeonato mundial y su organización, pero el trabajo por nuestra parte ha sido bestial. Hemos recorrido casi cada comercio, y hemos luchado mucho por sacarlo adelante, pero en España aún queda mucho recorrido en este aspecto, tenemos potencial y un deporte base espectacular que hay que apoyar más.

--¿Cómo ve a la rival belga?

Le respeto muchísimo, es un honor luchar con ella es una chica valiente, es agresiva y muy profesional, nos pondrá las cosas muy difíciles.

--¿Cómo está pasando estos días? Acapara medios de comunicación, algo imagino que impensable hace unos años

--Si, se me queda algo grande, pero me refuerza personalmente y me añade energía para seguir consiguiendo objetivos.

--¿Le queda mucha cuerda a Cristina?

--A Cristina le queda toda la cuerda que el cuerpo me permita, me apasiona mi deporte y quiero seguir batiendo todos los récords en kick boxing.

--¿Qué le diría a las mujeres deportistas que están empezando a entrenar?

--Que aprovechen las virtudes de este deporte, un deporte que te aporta bienestar, valores tales como el compañerismo y aumenta la capacidad de superación, y que si les gusta más allá de tomarlo como hobby que sean valientes, que la competición es algo precioso.