A falta de cinco días para que el mercado estival de fichajes baje la persiana, la llave necesaria para cerrar la operación más importante de la temporada, el regreso de Neymar al FC Barcelona, está en manos de Ousmane Dembélé. No es la única llave que falta, porque en este traspaso hay un montón de candados y cajas de seguridad, pero ahora mismo sí parece la más difícil de obtener. O, al menos, eso es lo que explican fuentes al corriente de la negociación.

Rakitic sigue dudando, pero sus dos suplencias en los dos primeros partidos de Liga son significativas

Un día después del viaje a París de una delegación azulgrana integrada por el directivo Javier Bordas, el director general Óscar Grau, el secretario técnico Éric Abidal y el intermediario André Cury con el encargo de presentar al PSG una nueva oferta por el jugador brasileño, Josep Maria Bartomeu se reunió ayer a mediodía en las oficinas del club con el equipo negociador para analizar la marcha de la operación y los diversos escenarios que se pueden plantear en los próximos días.

Las dudas de Rakitic

El acuerdo final sigue aún lejos, pero tanto el Barça como el PSG han ido flexibilizando sus posiciones a fin de hacerlo posible. La entidad azulgrana, cuya pretensión inicial era un canje de futbolistas, está dispuesto a hacer un esfuerzo económico. Y el club parisino de propiedad catarí, que exigía el pago de 170 millones de euros a tocateja, ya no descarta incluir jugadores en la negociación para reducir el coste económico que supondrá para el Barcelona. Tras la cesión de Philippe Coutinho al Bayern de Múnich, los dos futbolistas señalados para tomar parte en el cambalache son Ivan Rakitic y Dembélé. Ninguno de los dos tiene en principio el menor deseo de cambiar el Camp Nou por el Parque de los Príncipes, pero el diario Le Parisien, considerado muy próximo al conjunto francés, aseguró ayer que el centrocampista croata sí podría acabar dando el visto bueno a la mudanza, tal vez persuadido por las dos suplencias que ha encadenado en los dos primeros partidos de Liga (el domingo, ante el Betis, no jugó ni un solo minuto).

Bartomeu podría coincidir hoy con Khelaïfi en el sorteo de la Liga de Campeones en Mónaco

El caso de Dembélé es distinto. El francés no quiere abandonar el Barça para ir a París. Ni siquiera en calidad de cedido, que es una de las opciones que propone el club azulgrana. El agente del Mosquito, Moussa Sissoko, insistió ayer en que la posición del jugador es inamovible. «Ousmane seguirá en Barcelona al 100%. No hay ninguna posibilidad de que se vaya. Él quiere triunfar en el Barça y lo hará», declaró Sissoko al canal Téléfoot.

Al serial le quedan, pues, todavía unos cuantos capítulos. Y hoy mismo puede escribirse uno, ya que Bartomeu tiene previsto viajar a Mónaco para asistir al sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones y, una vez allí, es posible que se encuentre con el máximo dirigente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi. Todos los desenlaces siguen abiertos.