Raúl González Blanco se estrenó en partido oficial ayer frente a Las Rozas con un empate (1-1) en el partido correspondiente a la primera jornada del Grupo I de Segunda División B, en un encuentro en el que acaparó todos los focos de atención y en el que se mostró muy activo en el área técnica.

El exdelantero madridista fue el gran protagonista. Máxima expectación respecto a su figura con un estadio Municipal Navalcarbón que colgó el cartel de no hay billetes y que se llenó de medios de comunicación. Raúl recibió antes del inicio del partido una camiseta de Las Rozas y una placa conmemorativa por su aportación al fútbol madrileño en su etapa como jugador por parte de Ángel Campos, presidente del club.

El técnico estuvo de pie en el área técnica durante casi todo el partido, activo pero sin hacer muchos aspavientos para dar indicaciones a sus jugadores y se centró en corregir la altura de su defensa y en insistir a los suyos a salir rápido con el balón. Además, se vio a Raúl conversar en varias ocasiones con el asistente del colegiado para protestar por algunas faltas de Las Rozas que, a su parecer, merecían cartulina.

El técnico del Castilla se mostró «muy feliz» tras su debut, en el que tuvo «más nervios de lo normal» al principio en una etapa que está «disfrutando». «Estoy muy feliz, no os puedo engañar. Muy contento por la oportunidad que me brinda el club de, en mi segundo año, tener la oportunidad de entrenar al Castilla. Tengo un buen grupo, buena plantilla, buen cuerpo técnico», aseguró Raúl, para el que el papel del entrenador es «un poco diferente a cómo eres de jugador, porque ahora el trabajo lo haces entre semana y durante el partido puedes hacer solo alguna corrección».