El Córdoba regresa hoy al trabajo en el césped, a falta de menos de dos semanas para que comience la liga en Segunda B. Sin embargo, las gestiones más apremiantes no pasan por el cuerpo técnico ni por los jugadores. El club se encuentra en un atolladero importante a nivel económico y de gestión que amenaza con enturbiar su regreso al fútbol no profesional. Cuestiones a solucionar en menos de 12 días, los que faltan para que comience la primera jornada, el 24-25 de agosto en El Arcángel ante el Recreativo Granada.

Porque el bloqueo de los derechos federativos es la principal cuestión a resolver. En primer lugar, el Córdoba aseguró el pasado viernes, en un comunicado en su página web, que «ha comenzado a transferir cantidades a los anteriores cuerpos técnicos, por lo que espera que la próxima semana, como tenía previsto, inscriba a la totalidad de su plantilla y actual cuerpo técnico en la RFEF». Son 150.000 euros los que se adeudan a Sandoval, Curro Torres y sus cuerpos técnicos. Desde la emisión del comunicado por parte del club se han abonado aproximadamente 100.000 euros a ambos cuerpos técnicos, una cantidad de alrededor del 40% de la deuda total.

Los 13 fichajes de Alfonso Serrano aún no tienen ficha

Estos dos pagos, los que aún deben hacerse a Sandoval y Curro Torres, permitirían desbloquear las inscripciones de los jugadores del primer equipo que no tenían contrato la pasada temporada y del cuerpo técnico actual, con Enrique Martín al frente.

Sin embargo, aún entonces, el panorama seguiría siendo oscuro por otras dos cuestiones extradeportivas, estas de mayor calado. La denuncia con solicitud de embargo de Luis Oliver para el cobro de 1,2 millones de euros podría bloquear las cuentas del Córdoba, que se encontraría con la liga empezada y serias dificultades para su trabajo diario. El otro asunto no es otro que el del pago del paquete mayoritario de acciones a Carlos González, con la amenaza de una judicialización del club y una discusión del propietario real del Córdoba, lo que amenazaría la estabilidad del club en los próximos meses -quizás, incluso, años-.

Mientras tanto, el trabajo inmediato pasa por ese desbloqueo de los derechos federativos que permita que el trabajo de Serrano y De Cózar no quede en agua de borrajas.

Sus 13 refuerzos, más los dos o tres hombres de ataque y el pivote defensivo, que son los fichajes planeados antes del cierre del mercado, son la nota positiva del verano cordobesista, con un equipo casi totalmente remozado y en espera a que se den pasos adelante en los despachos.