Era la última vez que aparecería Berges en un acto oficial del Córdoba CF y, al igual que en la comparecencia de Jesús León la semana pasada, se esperaban muchas explicaciones y muchos titulares, de ahí la expectación generada en torno a esa rueda de prensa. Y así fue.

Tras agradecer en primer lugar «el gesto del club» de poder explicar la situación vivida esta temporada «porque soy una persona que siempre da la cara», Berges explicó detalladamente los puntos que derivaron en el abandono del Córdoba del fútbol profesional tras 12 temporadas consecutivas. Berges comenzó pidiendo disculpas y definió esta temporada como «los diez peores meses de mi vida». Una campaña que ha terminado con un descenso, pero el exdirigente cordobesista puso su matiz: «ha sido un descenso encubierto por parte de LaLiga».

«No me cabe en mi cabeza que un director general sea socio de una agencia de representación»

Mientras viajaba en el avión desde Indonesia tras recalar en el Córdoba, «yo soñaba en mi cabeza con un equipo competitivo, un estadio volcado, una ciudad deportiva en la que todos los niños estuvieron locos por jugar en el club de su tierra... pero en realidad ha sido una situación completamente distinta pero que asumí sin pegas», aunque en realidad «todo ha sido difícil».

LALIGA

Rafael Berges argumentó, quizás el principal punto que desencadenó todos los problemas: el límite salarial. «Mi sensación es que todos nuestros fichajes los ha hecho LaLiga» puesto que «nosotros hemos planteado un montón de jugadores que nos han echado para atrás». El exdirector deportivo quiso argumentar esta frase utilizando a Javi Varas como ejemplo: «Hubo posibilidad de que hubiese venido porque rescinde con el Granada, tiene el contrato mínimo federativo que permite la Liga, estaba en paro... pero no lo permite LaLiga porque tenía un contrato muy superior y había sospechas de que recibiera más dinero; pues como ese caso, 25». También detalló que a Luis Muñoz «quisimos traerlo como ficha de filial, pero LaLiga solo admitía inscribirlo por el mínimo interprofesional». Pero si hubo un momento clave para Berges fue cuando el Córdoba no podía inscribir a Pawel Kieszek y Edu Ramos. «Ahí me llevé las manos a la cabeza y me di cuenta de que la situación sería realmente complicada».

«Las excusas de los jugadores me gustan poco (...) sinceramente me quedaba con cuatro»

DIRECTIVA

Berges también hizo referencia sus compañeros de directiva. Sobre Jesús León, al que le deseó lo mejor, apuntó que «hemos sufrido mucho, aunque profesionalmente éramos incompatibles, por lo que lo más sano para el club era separar caminos». También tuvo palabras para García Amado, cuya relación «no ha sido la adecuada en un club profesional», además de que «no me cabe en mi cabeza que un director general sea socio de una agencia de representación».

«Si el Córdoba quiere regresar a Segunda, no debe vender a Andrés Martín»

LA PLANTILLA

Sobre el rendimiento de la plantilla, Berges apuntó que «yo he sido futbolista y las excusas que me de un jugador me gustan poco». La economía también estuvo presente en este tema y el exdirectivo del Córdoba apuntó que «los jugadores de nuestra época entendíamos ir hacia adelante, dar un paso al frente... pero hoy en día los futbolistas tienen muchos entornos, muchas historias, vías de escape a través de las redes sociales y es complicado». Al respecto, Berges alegó que «los jugadores no entienden de lecciones de tesorería; si no le pagas, pensará que a ver ‘si quedo libre el tercer mes para irme a otro club’ (...) he sido futbolista y, sinceramente, me quedaba con cuatro», sentenció un Berges que se despidió apuntando que «si el Córdoba quiere ascender a Segunda División, no debe vender a Andrés Martín; yo siendo cordobesista no lo vendería en la vida, otra cosa es el estado de la economía del club».