La semifinal de los inesperados se convirtió, pese a los precedentes, en la remontada más increíble de una Liga de Campeones inverosímil. Lucas Moura, con tres goles en una segunda parte memorable, remontó una eliminatoria que el Tottenham ya casi había dado por perdida, pero la fe inquebrantable del equipo de Pochettino le llevó a un gol en último minuto del descuento y a una final imprevista.

Lo tuvo en su mano un gran Ajax, que después encontró un sufrimiento indecible por culpa del arrojo de un Tottenham que, con todo aparentemente vendido con el 2-0 al descanso, se subió al carro de los sucesos impensados de esta Liga de Campeones, sacó a relucir un coraje sublime para empatar el partido y culminó la más increíble de las narraciones que tenía preparada la Champions.

El Tottenham jugará una final de la Champions inglesa, ante el Liverpool, en Madrid, después de rubricar una remontada histórica que despedazó un relato, el del Ajax, que ya era de ciencia ficción en un fútbol cada vez menos romántico y menos dado a las historias sorprendentes.

El inicio fulgurante del Ajax

Ten Hag solucionó la baja de última hora de David Neres con la entrada de Dolberg, un delantero más rematador que móvil, y deshizo el invento de Tadic como un falso delantero centro que tan buen resultado le ha dado. Pero lo que no cambió fue la verticalidad y la vocación ofensiva de un Ajax que, antes del minuto cinco, había forzado un córner con un gran disparo de Tadic y, en el lanzamiento, se puso por delante con otro cabezazo imperial de Matthijs De Ligt, ya costumbre, con una superioridad apabullante en el balón parado.

El equipo de Ámsterdam afrontó el favoritismo sobrevenido con un gol tempranero que no amedrentó a un Tottenham con el agua al cuello, que respondió con un remate inesperado de Son al palo y, pese al gol en contra, con una consistencia más digna que en la ida, aunque ni la compañía de la que proveyó Pochettino a Wanyama fue suficiente para dominar la medular, con el equipo de Ten Hag omnipresente e intenso en todo el campo.

La intensa presión que intentaron los ingleses, en campo rival, no disuadió al Ajax de su plan habitual, de manera invariable, independiente del resultado, de mandar en el partido desde una posesión ambiciosa que incomodó mucho a un Tottenham sobrepasado, sin opciones en un partido que no llegaba ni a agitar, sometido a la tiranía futbolística neerlandesa.

El equipo de Pochettino no encontró motivos para creer, golpeado por las circunstancias, impotente ante la impetuosidad del rival pese a que probó todas las combinaciones posibles de sus piezas de ataque para buscar unas situaciones de peligro que se les presentaban como gigantes imbatibles.

Al contrario, encontrar el camino a la portería de Lloris era para el Ajax era como un proceso natural, casi intuitivo, con superioridad en todos los frentes y el impulso que solo otorga la conciencia de acometer una hazaña histórica.

Así llegó el segundo gol local, con Van de Beek en el papel de director del contragolpe y Ziyech en el de ejecutor, con un disparo inalcanzable, con todo el espacio para armar la pierna sin interferencias rivales.

Reacción inglesa

Tras el descanso entró Llorente, el único recurso que le quedaba a Pochettino, lejos de los preceptos básicos del equipo, pero más eficiente que la propuesta inicial, al menos con la intención de buscar el primero de los tres goles que necesitaba.

A cambio, cada transición del Ajax era una jugada con ventaja, pero el Tottenham ganó presencia en campo rival, fabricó alguna ocasión, con mucho esfuerzo, y encontró el puente hacia la remontada en un contragolpe tras una falta mal ejecutada, por orden de De Ligt, con los centrales en el área rival y los ingresos determinados hacia el ataque.

Tras una combinación vertiginosa, Lucas Moura batió a Onana y le dio un motivo de esperanza al Tottenham que el propio atacante brasileño convirtió en un montón de razones con otro gol, el empate en el partido, tras un barullo inmenso en el área, resultante de una parada milagrosa de Onana a un remate de Llorente, de la que el brasileño sacó un disparo inverosímil para desatar la locura.

Locura final

El partido enloqueció y nunca más recuperó la cordura, con un Ajax desorientado, presa del vértigo y de errores desconocidos hasta entonces, aunque innegablemente dirigido al ataque; y un Tottenham incrédulo ante la ocasión que se le presentó con la eliminación casi consumada, con más espacios y más opciones ofensivas que en cualquier momento de la eliminatoria.

Cuando la vorágine inglesa se calmó, el Ajax volvió a demostrar que era superior el juego, con más opciones en la creación y más creatividad en los metros finales, con una ocasión de Ziyech que terminó en el palo y opciones para fulminar al rival.

Los de Pochettino no tuvieron más que entrega, sacrificio y fe para ofrecer, suficiente para pelear una clasificación que buscó con insistencia, también táctica, hasta el final, hasta que Onana sacó a la desesperada un remate de Vertonghen.

El pánico sobrevoló Ámsterdam y, cuando parecía disipado, en el minuto 95, Llorente bajó un balón que, previa mejoría tras pasar por Alli, le llegó al hombre de la noche, que batió a Onana, al Ajax y a todo el Johan Cruyff, atónito ante lo acontecido.

Ficha del Partido:

Ajax: Onana (7); Mazraoui (6), Blind (6), De Ligt (8), Tagliafico (7); De Jong (7), Van de Beek (7), Shöne (4); Ziyech (8), Dolberg (2), Tadic (7). Técnico: Erik Ten Hag (7). Cambios: Veltman (6) por Shöne (m. 59), Sinkgraven (5) por Dolberg (m. 66), Magallán (sc) por Van de Beek (m. 89)

Tottenham: Lloris (6); Trippier (5), Vertonghen (6), Alderweireld (5), Rose (5); Sissoko (6), Wanyama (5); Eriksen (6); Alli (7), Son (5); Moura (9). Técnico: Mauricio Pochettino (8). Cambios: Llorente (7) por Wanyama (m. 46), Lamela (6) por Trippier (m. 80), Davis (5) por Rose (m. 82).

Goles: 1-0 (m. 4) De Ligt de cabeza en un saque de esquina. 2-0 (m. 35) Ziyech culmina un contragolpe con un buen disparo. 2-1 (m. 54) Lucas Moura culmina con un tiro cruzado un contragolpe. 2-2 (m. 58) Lucas Moura tras una jugada embarullada. 2-3 (m. 95) Lucas Moura con un tiro desde dentro del área.

Árbitro: Felix Brych (5), alemán.

Tarjetas: Sissoko (m. 15), Dolberg (m. 49), Rose (m. 75), Ziyech (m. 76), Onana (m. 94)

Estadio: Johan Cruyff. Espectadores: 53.000