Dos temporadas después, el Córdoba Futsal hizo realidad su sueño de disputar un play-off de ascenso a Primera División. Un plantel conformado por 14 jugadores, todos cordobeses, que muestran, en primera instancia el orgullo que supone defender el equipo de la tierra.

Analizando su juego, el equipo que ha gestionado Maca ha mostrado muchas virtudes, pero por encima destacan dos: corazón y cocción de la jugada. En la primera, los jugadores blanquiverdes han mostrando en cada partido una intensidad máxima a la hora defender sin balón, recuperar balones, así como las disputadas de cada pelota.

Por otro lado, el conjunto de Maca no muestra ansiedad y sí mucha paciencia y precisión a la hora de intentar desarticular el entramado defensivo de cualquier contrincante, sobre todo en su juego de cinco, de los mejores de toda la Segunda División.

Ahora llega el momento de este equipo y esas dos cualidades pueden darle un fruto mayor.