El piloto catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) dejó ayer sentenciado a su favor el rali Dakar en coches al adjudicarse la novena y penúltima etapa de esta carrera que se disputa íntegramente en Perú, en la que estiró aún más la diferencia sobre sus perseguidores, según informa agencia EFE. Al-Attiyah se llevó la etapa gracias a los problemas sufridos por el francés Sébastien Loeb, que había marcado los mejores parciales del día hasta el último tramo de la etapa, donde su coche se quedó detenido hasta en dos ocasiones, y al abandono del también francés Stéphane Peterhansel (Mini).

De esos problemas del nueve veces campeón del mundo de rallys también se vio beneficiado el español Nani Roma (Mini), que conserva la segunda posición de la clasificación general, aunque a 51 minutos de Al-Attiyah. Loeb, que es el piloto que más etapas ha ganado en este Dakar -cuatro en total-, terminó la etapa a una hora y quince minutos de Al-Attiyah, por lo que en la general conserva posición, pero a una distancia de más de dos horas del catarí.

PETERHANSEL ABANDONA

Peterhansel tuvo que tirar la toalla debido a un choque en el kilómetro 26 del tramo cronometrado del día donde quedó maltrecho su copiloto David Castera, que tuvo que ser evacuado a un centro médico.

El Señor Dakar, como se le conoce en Francia a Peterhansel por sus trece títulos en el rali más duro del mundo (seis en moto y siete en coche), hizo un Dakar de más a menos en el que ganó dos etapas pero que tuvo que lidiar con los constantes problemas del buggy de Mini, que le llevaron a quedarse varado en diversas ocasiones. Problemas similares tuvo el español Carlos Sainz, que partió a la etapa con casi tres horas de retraso sobre la hora programada, debido a unos problemas mecánicos que su equipo reparó a contrarreloj para que pudiese llegar a la meta, lo que consiguió. El madrileño había conducido en la víspera 230 kilómetros sin dirección asistida, que se rompió después de utilizar varias veces los gatos del coche para intentar salir de una cuneta arenosa.

EL COPILOTO DE ROMA

Además, Nani Roma contó ayer que su copiloto Álex Haro lleva cuatro días compitiendo con dos fisuras en sendas costillas, producto de un impacto del coche durante la sexta etapa del rally.

Roma afirmó que «el tío lo ha pasado mal, pero es guerrillero y duro, tienes que serlo para aguantar en un coche de carreras», apuntó el piloto catalán, que mantiene una buena ventaja para defender su segundo puesto. Reconoció que en algunos momentos se veía obligado a reducir su ritmo cuando a mitad de la etapa escuchaba las expresiones de dolor de Haro. «Es la persona que tiene realmente importancia en lo que hemos hecho. Está sufriendo mucho. Os puedo asegurar que una fisura en las costillas duele incluso estando sentado en casa. Imagínate dentro de un coche», advirtió Roma.

El piloto, que terminó segundo la novena y penúltima etapa del Dakar, se encuentra a 51 minutos del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), líder de la carrera, y afirmó que hoy en el último día saldrá a competir sin presión, consciente de que esa diferencia es casi imposible de reducir si el árabe no tiene un percance. «Esperábamos una carrera así de dura pero no esperábamos que Nasser fuera tan perfecto, porque nunca había hecho una carrera tan limpia», dijo Roma.

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