La semana del morbo en clave blanquiverde comienza esta noche, en El Arcángel, contra un Getafe en el que probablemente será titular Sergi Guardiola, centro de las preocupaciones en el Córdoba, que intenta arreglar el desaguisado del pasado verano con vistas al próximo invierno. Tres días después, El Arcángel recibirá al Extremadura de Luis Oliver y su aún amigo Joaquín Zulategui, dos figuras de pasado reciente blanquiverde que a partir de ahora, y de una u otra manera, se van a significar mucho.

Pero habrá que comenzar por el principio. El sorteo para los dieciseisavos de final deparó un rival de Primera y, entre éstos, posiblemente el más rocoso defensivamente de los que podían tocarle en suerte al Córdoba. Hablar de José Bordalás es acordarse de equipos competitivos, fuertes en casi todos los aspectos y de los que no conceden ni regalan absolutamente nada, sobre todo en el plano defensivo. Con los ascensos del Alavés y del propio Getafe en las tres últimas temporadas bajo el brazo, el Getafe de Bordalás llega a El Arcángel en un buen momento liguero. Está clasificado en octava posición, a un solo punto de puestos de Liga Europa y tras haber batido a equipos como el Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, o el Betis, en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz. Solo el Atlético de Madrid de Simeone y el Real Valladolid han encajado menos goles que los azulones, por lo que el gran reto del Córdoba será, por un lado, intentar anotar algún gol y, sobre todo, no encajar ninguno.

Esto último tendrá un problema añadido: Bordalás alineará a los menos habituales en Liga y es obvio que Sergi Guardiola, con solo 27 minutos en el campeonato liguero, saltará de inicio al césped que hace cuatro meses y medio era suyo. Le acompañará probablemente, además, Jaime Mata, que la pasada campaña anotó 33 goles, que sumados a los 22 del jumillano, solo provocan preocupación para esta noche.

El propio José Ramón Sandoval comentó ayer que «me gustaría que jugara aquí en casa, y que tuviera ese premio. Si juega será difícil de marcar, como ya vimos el año pasado, pero sus compañeros lo conocen».

Unos compañeros que están inmersos en el cambio propuesto en las últimas jornadas por su entrenador: enfriar partidos, encajar menos, aunque ello suponga merodear ocasionalmente las áreas rivales. Así, muchos de los teóricos suplentes que saltaron en Elche serán reservados para Liga, vía banquillo o, directamente, grada. Luis Muñoz, Javi Galán, Álvaro Aguado, Javi Lara, Jaime Romero y De las Cuevas no se vestirán de corto, Sandoval confirmó que Marcos Lavín será titular y las tornas han cambiado para algunos de sus jugadores en las últimas semanas, sobre todo desde aquel 1-4 en Elche.

Así, no sería descartable por completo que el de Humanes repita de inicio lo que intentó -sin éxito- ante el Deportivo: salir con dos mediocentros defensivos. Esa decisión influirá, lógicamente, a la hora de elegir a los tres mediapuntas que actuarán por detrás del nueve de referencia que, teóricamente, debería ser Erik Expósito. Lo que sí parece meridianamente claro serán al menos tres de los cuatro defensores: Loureiro por la derecha, Quezada por la izquierda y Álex Quintanilla en el eje de la zaga, que solo espera compañero. Podría ser Aythami Artiles, pero la recuperación de Jesús Valentín podría otorgar la titularidad a éste para recuperar también ritmo competitivo tras su lesión.

No se espera una gran entrada en El Arcángel, aunque la decisión de última hora en las oficinas de reducir el precio de las entradas (cinco euros para abonados y 10-15 para el público en general) podría atraer a última hora a un buen número de seguidores, aunque todo dependerá también de la climatología.

En cualquier caso, y a pesar de la importancia que puede tener la Copa del Rey, tanto los visitantes como sobre todo los locales estarán pendientes de sus compromisos ligueros inmediatos. El Córdoba, dentro de 72 horas, se juega mucho ante un rival directo como el Extremadura, también en El Arcángel. La victoria se hace más necesaria que nunca para, al menos, abandonar el farolillo rojo de la clasificación. Y ese horizonte será difícil borrarlo de la mente.