El Logroño La Rioja ha conseguido hoy un triunfo contundente por 32-23 sobre el Ángel Ximénez Avia de Puente Genil, en un choque que ha dominado con claridad tras el primer cuarto de hora de juego y con el que alcanza la parte alta de la clasificación.

El equipo riojano fraguó su triunfo en un primer, en la fase del partido en la que decidió defender un poco más que antes; en cuanto lo logró fue una apisonadora sobre el conjunto andaluz, que llegó al descanso entregado.

Quizás el Ángel Ximénez no mereció tanto castigo, porque estuvo un cuarto de hora muy bien plantado sobre el campo, jugando con garra y personalidad; pero en cuanto el partido le exigió más no pudo seguir la estela de su rival.

El Logroño La Rioja realizó un inicio de partido trepidante, volcado al ataque y empeñado en que cada acción durara menos que la anterior.

Algo que sorprendió a su rival al principio (5-2, m.5), pero en cuanto el Ángel Ximénez entró en el partido vio que podía competir en esa dinámica de solo atacar.

Al llegar al cuarto de hora de juego el conjunto cordobés se acercó más que nunca 10-9 pero, paradójicamente, ahí terminó el partido para él.

Primero, vio como el equipo riojano ajustaba más su defensa; luego, Sergey Hernández empezó sus momentos de exhibición en la portería; y, también, el conjunto de Puente Genil se descentró por sus propios errores de ataque y por algunas decisiones arbitrales en su contra bastante discutibles.

Los andaluces marcaron un gol en los siguientes 12 minutos (17-10) y perdieron al pivote Leonardo Domenech de Almeida por una clara roja directa en una acción sobre Juan del Arco.

Con todo ello, el choque llegó sentenciado al descanso (19-13) especialmente por el mayor potencial que habían mostrado los riojanos, pero también por la falta de fortuna de su rival.

Algo que no cambió en el segundo tiempo, en el que los logroñeses se gustaron a sí mismos, jugaron por momentos casi para la galería, ante un rival que quería y no podía.

Porque los andaluces se desesperaron para intentar meterse en el partido, pero lo que les pasó fue todo lo contrario, a diez minutos del final se vieron ya con diez goles de desventaja (29-19)

Ahí quedó todo, porque los riojanos supieron administrar esa renta -que fue de nueve al final- y el Puente Genil, ya entregado, no dio para más.