“Soy un gran defensor del futbol dirigido por aficionados y ésta es una acción brillante”. Son palabras de Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista británico, dirigidas al Clapton CFC, un diminuto club de futbol del este de Londres convertido en centro de atención por lucir como segunda equipación una camiseta que homenajea a la II República española y a las brigadas internacionales en vísperas del 80 aniversario del final de la Guerra Civil.

El atuendo (estampado tricolor, leyenda “No Pasarán” en la parte posterior del cuello y sembrado de estrellas de tres puntas en el pecho) se estrenó en un amistoso, saltó a las redes sociales y el Clapton CFC empezó a recibir pedidos y a ser objeto de interés informativo. Pensaban vender 400 camisetas y llevan vendidas más de 4000, muchas de ellas en España. Facturar 120.000 libras por este concepto es un maná caído del cielo para un club que en el mes de julio tuvo gastos (contando los extraordinarios propios de inicio de temporada) por valor de 3.443 libras.

Rob Coan, miembro del equipo voluntario que gestiona el club, explica que el diseño fue el más votado por los cooperativistas y que la iniciativa fue recibida con entusiasmo por el Brigades Memorial Trust, la entidad que preserva la memoria de los 2500 brigadistas internacionales que llegaron a España desde el Reino Unido e Irlanda para combatir al fascismo.

Tradición obrerista

Para evitar confusiones hay que explicar que en Londres ahora hay dos equipos llamados Clapton. El club original se fundó en 1887 y acumula una larga trayectoria de tradición obrerista e izquierdista. El año pasado se partió. El jefe ejecutivo del Clapton intentó liquidar la entidad que gestionaba el campo de futbol donde jugaba el equipo (Old Spotted Dog -Viejo Perro Moteado-, el más antiguo de Londres) para poder vender una parte del mismo para edificar.

Los jugadores del Clapton F.C., antes de un partido, con la camiseta republicana.

Aficionados y miembros históricos del club montaron en cólera y finalmente decidieron retornar a lo que consideran los valores tradicionales de un club gestionado por aficionados y crearon el Clapton Community Football Club (Clapton C.F.C). Rob Coan habla con menosprecio del “otro club que se hace llamar Clapton” y considera que el legado y los valores fundacionales están en manos del nuevo Clapton CFC, aunque su singladura desde el punto de vista formal haya empezado en 2018.

El club no tiene problemas en mezclar política y deporte. “Hay que aprender las lecciones de los gamberros del futbol de los años 80. Sin una cultura antirracista, no sexista, anti homófoba y obrera acaban afianzándose los valores contrarios y no es momento de ser complaciente”, señala Coan.

Fútbol de barrio

A pesar de la notoriedad y las ventas de los últimos días con su homenaje a los brigadistas internacionales aseguran que no quieren ser conocidos como “el club de las camisetas comercializables” cuando se les pregunta si puede repetirse una iniciativa tan exitosa.

“El objetivo es nuestra gente. Nuestra primera prioridad es tener un equipo de futbol femenino y poder crecer con otros deportes. Hay un interés renovado por el futbol de barrio. El precio del futbol profesional poblado de turistas y ricos ha acrecentado el valor de lo que hacen los clubs como el nuestro respetando los valores tradicionales”, sentencia de nuevo Coan.

El Clapton CFC juega de momento la Middlesex Counties Footbal League, una de las infracategorías del futbol inglés y su objetivo para esta temporada es el ascenso. Su cancha es el Wadam Lodge Stadium que acoge a otros equipos. En una votación decidieron que mientras ese sea su campo lo llamarán “Stray Dog” (Perro Callejero) a la espera de poder volver a su añorado “Old Spotted Dog”. Son optimistas. Lo resume Michael Foog, un socio vitalicio de la entidad, “Estoy encantado de haber hibernado, ahora estamos despertando”. Fútbol de izquierdas. Pero, sobre todo, futbol.