El mérito de Robert Martínez en la selección belga no es solo técnico y táctico. 'Bob' ha implantado un estilo que triunfa, pero también ha unido un vestuario complicado. A los egos de sus estrellas, con ese pique eterno entre Hazard y De Bruyne por ser el líder, se unen los orígenes tan diversos de sus futbolistas.

Bélgica es una macedonia de culturas y procedencias unidas por el balón, ese Telstar 18 que de momento le va de maravilla a los rojos. En esa amalgama emerge África, que estará muy pendiente del duelo de este martes en San Petersburgo. A la cuota habitual de 'africanos' en Francia se le une una amplia representación en los 'diablos rojos'.

El padre de Kompany

Los vínculos de los internacionales belgas con el continente negro alcanzan a todas las líneas, empezando por la defensa. Allí emerge Vincent Kompany, de 32 años, uno de los líderes de la selección. Su padre, Pierre, es congoleño y lleva todos sus asuntos.

El capitán del Manchester City nació en Uccle, uno de los 19 municipios de la región de Bruselas. Durante su infancia tuvo más de un problema por el racismo. Todos sus éxitos se los dedica a su madre Jocelyne, fallecida por una enfermedad.

Batshuayi y Fellaini se ríen en un entrenamiento de la selección belgaLukaku da una charla motivacional durante el partido ante Brasil. / FRANK FIFE (AFP

Demasiados prejuicios

La carrera del defensa sirvió de referencia para Romelu Lukaku, el 'pichichi' belga, también hijo de congoleños. En su infancia vivió mucha pobreza y también sufrió insultos por sus raíces. "Estábamos en la ruina. En nuestro apartamento de Amberes había ratas", recuerda el delantero.

"Yo nací en Bélgica, soñaba con ser como Kompany. Soy belga, todos somos belgas. No sé por qué hay gente en mi propio país que quiere verme fracasar. Cuando me fui al Chelsea y no jugaba, escuché a gente reírse de mí. Cuando me fui cedido al West Brom, también. Esa gente no estaba cuando nosotros poníamos agua en nuestros cereales".

Lukaku también destaca los prejuicios de la prensa cuando debutó con 16 años y 11 días en el primer equipo del Anderlecht. "Cuando las cosas me iban bien, en los periódicos me llamaban 'Romelu Lukaku, delantero belga'. Cuando iban peor añadían 'de origen congoleño'".

Al City con 16 años

Youri Tielemans, centrocampista del Mónaco, es el belga más joven en disputar una Champions. Su padre es belga, pero su madre es congoleña, la misma situación de Dedryck Boyata, el central del Celtic que no tuvo fortuna en el City después de ficharlo con solo 16 años.

Los padres de Michy Batshuayi, el competidor de Lukaku en el ataque, también son del Congo. El punta, que estuvo cedido este curso en el Dortmund por el Chelsea, es uno de los objetivos del Sevilla para reforzar el ataque.

La cultura africana

De Mali es el padre de Moussa Dembelé, un mediocentro zurdo del Tottenham cuya madre es una pintora belga. Le encanta viajar con su progenitor para revivir sus orígenes y es un firme defensor de la cultura africana. Más al norte, se sitúan las raíces de otros dos belgas: Nacer Chadli y Marouane Fellaini.

El primero se convirtió en el héroe de los ‘diablos rojos’ al culminar la remontada contra Japón. Después repitió titularidad contra Brasil y será el recambio del sancionado Meunier ante Francia. Debutó con la selección de Marruecos en un amistoso contra Irlanda del norte, pero se decantó finalmente por Bélgica. El pivote del United, mientras, fue corredor de fondo antes que futbolista y sus padres se instalaron en Etterbeek procedentes de Tánger.

Vacacaciones en Costa de Marfil

El mapa africano se completa con Kevin de Bruyne, que pudo jugar en la selección de Burundi, el país de su madre Anna y antigua colonia belga. Allí vivió parte de su infancia el centrocampista. También pasó algunas vacaciones en Costa de Marfil, donde se encontraban las sucursales de la compañía petrolera de su abuelo.

La multiculturalidad de la selección se refuerza con otros casos como el de Axel Witsel, de madre belga y padre originario de la isla caribeña de la Martinica, donde veía los partidos de Zidane, su ídolo. Yannick Carrasco, mientras, tiene madre española. Carmen fue la encargada de sacar adelante la familia cuando les abandonó su padre. Januzaj, finalmente, es hijo de albaneses y kosovares exiliados en Bélgica durante la guerra de los Balcanes.