Cristiano Ronaldo sigue siendo la estrella indiscutible de Portugal, una selección que llega al Mundial con la vitola de campeón de Europa y con una serie de jugadores emergentes con los que Fernando Santos puede aspirar a mejorar las últimas actuaciones de su selección en la Copa del Mundo. En Brasil cayeron en la primera fase, así que no será difícil superarlo.

El primer rival de España en Rusia (viernes 18 de junio) esquivó la repesca, a la que llevaba muchos años abonado, en la última jornada, al derrotar a una Suiza invicta durante las nueve primeras jornadas. La solidez defensiva debe ser la principal baza del conjunto luso, con veteranos como Pepe, Fonte, Eliseu y Moutinho echando el cerrojo.

Pero Portugal se plantará en Rusia con una nueva generación, más talentosa, que pide paso a gritos. El azulgrana Semedo pelea por el lateral derecho con Cédric Soares; Bernardo Silva (Manchester City) y André Silva (Milan) ya se han ganado un puesto en el once, y la estrella emergente de la Liga, Gonçalo Guedes (Valencia), pelea también por él, si bien se le ve como el relevo natural de Cristiano. André Gomes tendrá más minutos que en el Barça.

Ganas de revancha

No es que en el debut de un Mundial haga falta una motivación extra, pero sin duda el conjunto ruso la encontrará en el rival. La selección española ha sido dos veces verdugo de Portugal en los últimos años, durante la exitosa etapa de Vicente del Bosque. En el Mundial de Sudáfrica del 2010, un gol de David Villa (al que en Portugal siempre vieron en fuera de juego) echó a Portugal en octavos de final.

El duelo ibérico se repitió dos años después en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, y se resolvió en la tanda de penaltis. Tras los fallos de Moutinho, Xabi Alonso y Bruno Alves, Cesc Fàbregas anotó el quinto penalti de España, y Cristiano Ronaldo, que se había reservado el último, se quedó sin tirar. Esta vez el duelo directo no será tan decisivo, sino que, en principio, solo debería decidir quién será primera de grupo por delante de Marruecos e Irán.