El Real Madrid palió su momento de irregularidad a base de goles, desatando su pegada en Nicosia ante el modesto Apoel (0-6), que pagó cara su valentía inicial antes de encajar seis tantos en la resurrección goleadora de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.

Necesitaba el Real Madrid un partido como el de Nicosia, ante un rival que ya ha salvado su imagen con dos empates de prestigio ante el Borussia Dortmund y que soñaba con retar al vigente campeón. Su descaro fue una invitación a los jugadores de Zinedine Zidane, que mostraban en el inicio las mismas dudas que les atenazan, pero se soltaron desde que Modric abrió el marcador.

Y eso que comenzó el duelo disfrutando de una oportunidad clara un Cristiano Ronaldo que mascaría su ansiedad hasta que marco en el segundo acto. No se cumplía el minuto 2 cuando una aparición de Benzema por la derecha encontraba al portugués. Mataba el balón con el pecho y su disparo lo sacaba como podía Nauzet.

El ímpetu del Apoel provocó falta de control del Real Madrid. Imprecisiones impropias de Asensio o Modric en el pase. Presionaban arriba y buscaban las bandas donde se topaban con un Carvajal imperial. Ha regresado mejor que cuando se fue, con un tono físico que mejora al del resto de sus compañeros. Morais probaba la seguridad de Casilla. mientras en el otro lado del campo, Cristiano no cesaba de buscar el gol sin éxito.

Cambió Zidane su dibujo, con un retoque de nombres al 4-4-2, dando descanso a Casemiro e Isco para recuperar un clásico doble pivote donde se ve más cómodo a Kroos, con Lucas Vázquez y Asensio en las bandas. No fue un duelo para juzgar el cambio. El rival desapareció a los 23 minutos, desde el grave error en el despeje de Vinicius, de tacón, que aprovechó Modric para enganchar un derechazo a la red.

Fue una recta final del primer acto en la que el vigente campeón mostró su poder en el remate. En seis minutos tres tantos.

Con todo a su favor el Madrid completó el paseo en el segundo acto. Nadie dudaba que Cristiano no cesaría en su empeño hasta marcar y el máximo goleador de la Liga de Campeones demostró que su único tanto en Liga es un accidente. En cinco minutos hizo dos tantos. El primero suspendiéndose en el aire a pase de Marcelo y con un bonito testarazo. Su doblete aprovechando un rechace del portero español en su mano a mano con Benzema.

Zidane aprovechó para dar minutos a Dani Ceballos, Theo y Borja Mayoral.