Un minuto de silencio debería ser algo bonito. Precioso. Imagínense. Alguien ha hecho algo tan importante en la vida que, una vez que se va, merece que más de 10.000 personas se pongan en pie, se callen y se dediquen a pensar en lo que hizo, en quien fue. Alfonso Gómez López merecía ese minuto de silencio. Y ojo que yo, precisamente, no lo conocía. Hablé con él en una ocasión. Estaba encendido porque no le dejaban acceder a la junta general de accionistas y él justifica que había sido presidente del Córdoba CF cuando ser del Córdoba era de freakys.

Un minuto de silencio porque unos cuantos chiflados, al grito de Allahu akbar, se consideren los héroes del islam antes los infieles es una aberración. Obvio no por el recuerdo a las víctimas, sino porque nadie debería acabar con la vida de inocentes con esa facilidad.

El fútbol entero se unió en ese grito silencioso contra la barbarie terrorista.

Pero la vida sigue y en El Arcángel se escucha más a Manolito Santander que a Queco. Unos 4.000 abonados ya no lo son. Quizás son los que nunca lo fueron. Aquellos que llegaron a El Arcángel entusiasmados por ver desfilar a los equipos de la mejor liga del mundo que por lo que hacían los once de blanco y verde. Esos que en la jornada 40 todavía preguntaban por tal o cual dorsal. Este año no ha habido grandes promesas, luego las decepciones serán pequeñas. Pero tampoco se han dejado seducir por los cantos de sirena y solo 11.500 espectadores se dan cita en el coliseo ribereño. Un millar, al menos, visten de amarillo.

Y la primera decepción de la tarde apenas tarda 40 segundo.

Después hay poco hasta que en la grada amarilla se aprovecha el parón para hidratarse para montar su propio show del descanso, intervención policial incluida. Poco después el esto es Caí y aquí hay que mamar. El submarino amarillo abre brecha. Y en la grada, que si lo de siempre, que si otro año más, que si esta temporada vamos a sufrir más que el año pasado…

Pero el club sabe manejarse bien en el márketing y al descanso deja caer uno de esos tantos secretos a voces que se conocen en El Arcángel pero que hasta que no se tildan con la oficialidad no parecen salir de la rumorología. Vendrá un fichaje, ya lo dijo el míster. ¿Pero se da el nombre o no? El club lo pospone para hoy a las 20.00 hora, pero el anuncio pasa del todo desapercibido en el campo, donde las cosas, desde luego, no iban como debían de ir. Y el Cádiz hace lo que quiere sobre el verde con jugadores que hasta hace nada estaban que si en Tercera, que si en Andaluza... Solo la nueva grada de animación parece estar disfrutando del partido, será porque no lo ven bien. Sasa marca, pero ya se produjo la estampida y apenas quedan cordobesistas.

El primer mazazo duele, y más aún si es ante el Cádiz, pero, puestos a elegir, mejor ahora que la temporada acaba de empezar y aún hay cura.