Lo he analizado todo», reconocía ayer Luis Miguel Carrión cuando se le preguntaba por los bajones que da el Córdoba en las segundas partes. No sólo en esta temporada y bajo su mando. Ya desde la campaña pasada el conjunto blanquiverde padecía ese descenso del rendimiento que en Mallorca, por ejemplo, le llevó a no pasar del centro del campo en la última media hora y recibir, por contra, casi una docena de disparos, de los que el 50% salvó un providencial Pawel Kieszek.

«El otro día vi una estadística que decía que habíamos recibido el 75% de los goles en la segunda parte. Son diferentes motivos», argumentó el técnico blanquiverde, «seguro que hay una parte de todo. Seguro que hay una parte que al final bajamos físicamente, que el equipo se siente atenazado porque el equipo va ganando o porque después de muchas derrotas fuera llevas un empate y es verdad» que en Son Moix, hace una semana, «desde el minuto 84 al 92 nos sacaron 10 faltas y 10 córners, de ahí que yo valorara el punto como bueno, porque sufrimos muchísimo al final». Carrión amplió sobre el problema que «intentamos mejorar eso, intentamos llegar al final del partido de la mejor forma posible, incidir en lo que pasa, valorarlo. No me gusta. Está claro que no son casualidades, porque pasan muchas veces e intentaremos que no pase y hacer un partido completo», mañana, ante el Mirandés, aunque recordó que «ante el Almería creo que llegamos bien físicamente al final, más o menos, pero vas ganando y el equipo está un poco atenazado, pero hay que entenderlo», revindició el técnico blanquiverde. Además, el entrenador catalán explicó que «muchas veces creo que teniendo el balón se corre menos. El partido del otro día, si no te pones por delante, lo normal es perderlo. Es la realidad. Y no me gustó. No me gustó el punto en sí», aunque lógicamente valoró el lograr sumar.

También valoró que el rival siempre cuenta. «En el campo del Mallorca hay que ganar, se decía y, bueno, el Mallorca ha perdido tres partidos de 17 en casa. Es decir, no es un equipo lamentable, es un equpo que tiene cosas buenas. Los números son objetivos, tres de 17. El Mirandés es el último, está claro, pero difícil. Al Zaragoza le genera muchas ocasiones de gol en el último partido, con lo cual no va a ser fácil» el duelo de mañana en El Arcángel ante los rojillos.

otra final / Carrión, ya centrado en la final de mañana, confía en los últimos resultados de su equipo en El Arcángel. «Sí, la realidad es que llevamos una muy buena racha en casa y hemos tenido partidos mejores y partidos peores, igual que fuera. Los números son lo único objetivo y llevamos 13 de15 y esperamos poder, en casa, con nuestra gente, hacer un buen partido, lograr los tres puntos, salir un poco de esa zona y hacer bueno el empate del otro día» en Son Moix. Pero enfrente hay un adversario del que el técnico blanquiverde no se fía, ya que «por la situación en la que llevamos inmersos desde hace un tiempo es necesario ganar siempre. Pero que sea colista no significa que vaya a ser fácil, ni mucho menos. He visto los partidos desde que está Pablo Alfaro y el equipo ha competido más o menos bien. Hizo un buen partido contra el Zaragoza y no va ser nada fácil, a pesar de que sea el colista», avisó el entrenador del Córdoba, que profundizó en el Mirandés desde la llegada del ex jugador del Sevilla, entre otros. «Ellos han jugado mucho tiempo con línea de tres atrás, lo que les ha llevado a encajar muchos goles», refirió Carrión. «Ahora juegan con cuatro atrás, están trabajando mejor el tema defensivo. Si podemos llegar con gente, hacerles daño y ocasiones... Es nuestra obligación. Cada partido es un mundo», volvió a avisar el técnico blanquiverde. «Ellos deben verlo como una de las últimas oportunidades para salir de ahí. Y nosotros también. Salir de esa situación, cuando estás abajo, cuesta conseguir los tres puntos», por lo que «debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para salir de esa situación en la que estamos», finalizó un Carrión que es consciente de todos los problemas que aquejan a este Córdoba.