No se le pueden criticar a Carrión los cambios, porque en ese concepto es el que más se le ha reclamado y, además, la única vía (ya que el club no está por la labor de invertir) para intentar hacer reaccionar al equipo. Quizás sí se le puede afear el haber tenido apartados a no pocos profesionales en favor de los chavales más jóvenes, incluso del filial. En los momentos malos ha tenido que recurrir a aquellos para intentar sacar las castañas del fuego. Y lo peor es que el rival era de los de ganar por lo civil o criminal, con jóvenes o no, con un sistema u otro. Dudas y futuro incierto.