El Barça necesitaría tiempo para tomar aire, hacer autocrítica y ponerse de nuevo a caminar. Pero no lo tiene. Apenas 48 horas después de desmoronarse en el Palau frente al Baskonia en la Euroliga tendrá que volver a cruzarse hoy con su verdugo, esta vez en la Liga, y en la pista vitoriana (18.30 horas).

La crisis que venía intuyéndose desde el inicio del campeonato por los malos resultados, por la plaga de lesiones, por la escasa competitividad del equipo, se ha enquistado en el vestuario del baloncesto y amenaza con dinamitar el proyecto azulgrana, más cuestionado que nunca. El equipo de Bartzokas ha perdido incluso la capacidad de luchar contra la adversidad, lo que provocó el primer estallido en las gradas del Palau contra el palco y la plantilla.

«Hemos tocado fondo. Pero esto no es de hoy, ya viene de hace tiempo. Hay bastantes cosas que arreglar», asumió en tono crítico el capitán Juan Carlos Navarro.